No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

sábado, 11 de octubre de 2014

LLENANDO LA NADA

          Es difícil entender las palabras cuando las escuchamos, aún más cuando estas han sido traducidas varias veces. Es difícil para la persona que ve, percibir la luz de una voz, la luminosidad del calor del sol, o del fresco de la sombra, como puede ver claramente un invidente, que no puede ver la luz.
          El Buda siempre repite conceptos desde ángulos diferentes, para que todos podamos vivirlos. Al no poder oír su voz, ni verle físicamente, nos ofrece la oportunidad de “escuchar” sus traducciones y de vivirlas en nuestros corazones.

“Si hay solamente espacio, sin soles o planetas en él, entonces el espacio pierde su esencia”. Buda.

          ¿Qué es una habitación o corazón vacío? Todo el Universo existe en el Vacío, en el Espacio, que precisamente puede denominarse espacio, porque puede contener algo, el espacio denota una posibilidad de ser medido, incluso el espacio infinito. Vacío, en nuestra dualidad solemos llamarlo al espacio donde hay nada, implicando de alguna manera ausencia de algo.
          El Espacio, el Vacío del que nos habla el Buda, es ese que existe eternamente, infinito, que está ahí esperando con infinita paciencia, que algo exista en Él. No discrimina entre un solo átomo y un número infinito de universos, sin diferenciar se entrega a cada átomo, incluso a cada átomo de los infinitos universos, totalmente, porque ese Vacío es lo que contiene, precisamente por ser vacío, siendo nada, es lo que el contenido es.

“Tu deber es descubrir tu mundo y después entrégate con todo tu corazón”. Buda.

          El Vacío, ni tan siquiera necesita descubrir qué es lo que se crea, es aceptado mucho antes de nacer. Es por lo que la Naturaleza de este Vacío es el Amor. Lo único que le falta a este Amor para que la creación que ocupa el Vacío, cobre existencia es su Naturaleza de Vida. Al igual que el Vacío, la entrega de Ella a cuanto nace es absoluta, su existencia es Eterna espera, de entrega y aceptación absoluta, a cuanto ocupe el Vacío. No necesitando descubrir a cuanto se materializa, porque es a cada átomo, cada universo, cada brisa y cada muerte, su entrega absoluta, no por entregar su corazón, sino que su corazón es el Universo, mostrando su energía de Amor.

“Todo existe por convención pero en realidad solo hay átomos y espacio”. Buda. Demócrito.

          El universo, todo cuanto existe es nuestra percepción, de la manifestación de la Vida como forma. De la misma manera que no podemos percibir lo que es blanco, en un fondo blanco. La parte de la Vida que podemos percibir depende de nuestra mente, capacidad de percepción y la afinidad con lo que percibimos, siendo generalmente lo que contrasta con nuestra estructura mental, lo que percibimos como real. Es por ello que en nuestra relación con la Vida, en sociedad vamos conviniendo nuestra forma  de percibir y estructurar las formas.
          La Vida se entrega a cada una de nuestras células, a cada uno de los átomos del universo, sin dejar de ser Vacío para poder ser cada uno de ellos.
          Nosotros hemos nacido en el reino animal, pero somos Vida, Vacío, Buda, por encima de la forma que adquiramos, es algo a lo que no podemos renunciar, porque es nuestra realidad última. Podemos negarlo, podemos ignorarlo, podemos incluso renunciar a nuestra humanidad inalcanzada. Pero a nuestro Ser, nuestra verdadera Naturaleza, nuestra única opción es aceptar.

          Un millón de años después, de que el avestruz metiese la cabeza en el agujero, el cazador no había desaparecido, al igual que nuestra Naturaleza de Buda.


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