Tao Te King-VIII
La Suprema Bondad es como el agua, sin oposición llega a todos. Habita en los lugares que los hombres aborrecen.
La Suprema Bondad es como el agua, sin oposición llega a todos. Habita en los lugares que los hombres aborrecen.
Así, acercándose al Tao uno se mantiene
en armonía en su sitio, ama lo profundo en sus pensamientos, ama la bondad en
su trato con la gente, ama la veracidad en sus palabras, en el gobierno ama el
justo orden, actúa conforme a como debe actuar, actúa en concordancia con el
tiempo. Porque no se impone, ningún reproche le cabe.
En los aforismos del Tao Teh
King, Lao Tse expresa una síntesis de la Vida, viéndola desde diferentes puntos
y aspectos. Miles de libros se han escrito y todavía no ha podido ser
explicado. La parte más entendida de este aforismo es la de, "Fluir como el agua", pero el agua del aforismo nos dice mucho más, nos dice justo lo que cada uno entendemos.
explicado. La parte más entendida de este aforismo es la de, "Fluir como el agua", pero el agua del aforismo nos dice mucho más, nos dice justo lo que cada uno entendemos.
En los ríos, en la lluvia, en las
plantas, en los animales, en los cometas y asteroides, en las nubes: “nunca
intenta, nunca influye, no desea, no da o acoge nada”, cuando tiene que venir
viene independientemente de nuestra acogida o deseos, cuando se tiene que ir se
va. Nunca pide nada, y en su entrega a la Vida, siendo Nada, es solamente lo
que es, agua, no hace nada y todos la envidiamos por ello, por ser sin saberlo
simplemente lo que es, agua.
Cuando es
hielo, nieve, vapor o nube, siendo todo ello, nunca deja de ser agua. Nosotros
en nuestra búsqueda, pretendemos encontrar lo que somos, nos fijamos las metas,
pero olvidamos conservar nuestra naturaleza, nuestra realidad, que no hace
falta recordar, buscar, desear, ni dejar de ser en nuestras diferentes
apariencias, somos “Expresión de Vida”, como el agua, como Todo, porque el agua
nunca ha necesitado saber qué es, ha portado vida por todo el Universo. Nosotros
peleamos por saber lo que somos, portando destrucción a nuestro alrededor, al
querer crear vida, algo que ya somos.
Un día
limpiando el estanque en Bukkokuji, intentaba sacar los plásticos, papeles y
demás cosas que se habían introducido a lo largo del tiempo. El resultado fue,
que el cieno del fondo mantuvo turbia el agua durante al menos una semana, sin
plásticos y papeles, pero turbia. Este es el poema que escribí, viendo los
resultados de mi esfuerzo.
BUKKOKUJI (6 - I - 83)
Limpiando el remanso,
turbias sus aguas
se han teñido.
El tiempo pasa,
lo que fue turbio,
en espejo cristalino
se ha convertido.
Aguas mansas,
tranquilas, en el fondo
tienen lo que pesa,
lo que no ...
flotando se va al río.
El río va al mar,
en el mar no hay ríos,
agua y más agua,
fondo, litoral,
y en lo alto,
azul manto con
sol o estrellas,
con nubes o sin ellas,
que da color a este mar,
de muchos ríos.
El mar es mar,
también es río,
por eso tiene orillas,
y el viento lo peina
con muchos rizos.
Su fondo,
aguas tranquilas
que no saben,
si son mar o son río,
que desconocen
qué es agua,
y son, sin saberlo,
agua, mar y río.
Aguas turbias o claras,
mansas o bravas,
solo yo lo veo,
ellas son,
cosas y agua,
unidas y distintas,
una a una y Una,
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