Me han venido a la memoria, aquellas discusiones de juventud, en las que salía el tema de la religión o la filosofía, terminando con lo de “¿Qué fue primero la gallina o el huevo?
Sé que el tema es de científicos y filósofos, pero me he animado a escribir sobre ello, para personas que no llegamos a esos niveles.
En primer lugar siempre me ha parecido una pregunta absurda, ¿Cómo vas a tener una gallina, si no tienes donde ponerla?
Así que lo primero, sería tener un sitio vacío, espacioso. Bueno ha quedado un poco grande porque es infinito, pero así no se saldrá. Para no complicarlo, un sitio vacío, infinito, pues le llamamos: Nada Infinita. Si pusiésemos ahora la gallina, menudo problema para encontrarla luego, y total para una gallina muerta.
Lo segundo llenaríamos el sitio de Vida. No se ve, porque como no hay nada, vamos, ni se nota que lo hemos llenado de Vida. Así es que lo mismo es invisible y no se ve.
Como la Vida dijo que no hacía gallinas, pues lo tercero que ponemos es a Dios. Cuando empezó a hacer el proyecto de la gallina, se dio cuenta inmediatamente, de que en un sitio tan grande, se iba a perder y además no tendría nada para comer.
Por lo que tomó medidas del sitio y se sintió un poco ninguneado, Él era Infinito, pero al tomar las medidas de la Vida y la Nada, se dio cuenta de que no había visto, el principio ni el final de ellas. Al verle enfurruñado, le preguntaron por las causas y se rieron un montón, “Hombre no puedes verlos, porque es donde tienes los ojos”, le dijeron y la cosa se tranquilizó.
Al momento se dio cuenta también, que para hacer todas: las constelaciones, estrellas y planetas y llenarlos de cosas, para toda la Nada, necesitaría tanto tiempo, que todo el que naciera estaría condenado al paro. Por lo que, pensando en las pastillas de las sopas instantáneas, que con una pastilla pequeña, haces un caldo como con un pollo y mucho más rápido. Hizo un “planetón”, que es un planeta muy grande y muy condensado, le puso una bomba, que al explotar, pues lo esparció por todo el espacio infinito de la Nada. Podemos estar tranquilos, los científicos han asegurado ya, que ninguna estrella se saldrá.
A continuación, buscó un trozo pequeñito, para al final poner una gallina allí. Como el tiempo que tenía era limitado, (seis días de entonces, que como no había sol todavía, eran más largos), para no dedicar su vida a fabricar gallinas, se le ocurrió que lo podía hacer como la caja china o las muñecas rusas. Así que hizo una gallina, dentro un huevo, en su interior un pollo y para que los sexadores de pollos no tuvieran problemas, le puso dos huevos. Todavía, hay gente que tiene dudas, de que alguien que ha sido capaz de fabricar un universo, pudiese hacer una gallina con un huevo dentro.
Con todo hecho, intentó saber más acerca de la Vida y la Nada, cuando estaba a punto de hacerlo se diluyó en ellas, ahora atiende por los tres nombres, sin saber cual de ellos es el suyo. Los nombres son un poco tontos, pero hay que tener en cuenta que ninguno tuvo padres, que les eligieran uno bonito y sonoro.
Cómo no sabía de economía o planificación, debemos disculpar, el por qué el universo le salió tan enorme y que era su primer trabajo. Los economistas le echan en cara, el poner solamente a dos personas, con la cantidad de agua, comida y espacio que había. Menudo despilfarro. Además de la ruina que era: no había escriturado, vendido, alquilado, o sacado ningún beneficio, siendo el dueño de todo, en fin para echarse a llorar.
Al principio todo iba bien, pero como a Adán y Eva, no les había dado manual de instrucciones, siguieron siendo dos mucho tiempo, hasta que se rebelaron porque no podían entender que: “Con todos los millones de árboles, animales, frutas y plantas, que había, les tuvo que prohibir comer, del único que les apetecía”. Bueno en el Edén, comenzaron a reproducirse. Mientras tanto la gallina y los pollos, estaban invadiendo todo, llegando a ser una plaga con el tiempo. Afortunadamente, el hombre había evolucionado y comenzó a arreglar, el desbarajuste que les había dejado Dios. Ante el peligro de la plaga de pollos y gallinas, desarrolló al “pobre, comedor de pollos-antibióticos”, para ello, solamente tuvo que incrementar el precio de las otras carnes o bajar los salarios, eliminando así el peligro.
En nuestros días no necesitamos a Dios, en cuanto arreglemos lo de la Tierra, estaremos listos para dedicarnos a arreglar el Universo.
Estoy tan aterrorizado ante la perspectiva, que lo dejaré para otro día.
Simplemente decir que ¿quién necesita un Dios?, que no nos ha cobrado nada por nada, nos ha hecho, Libertad, Amor y en su entrega Él es, lo que nosotros somos, ¡menudo economista!. O una Vida, que no ha hecho nada, simplemente se ha dedicado a entregarse y aceptarnos sin pedir explicaciones, convirtiéndose en Amor, ¡menuda cursi e imbécil.! O una Nada que podía haber cobrado un alquiler universal y hacernos ricos a todos, bueno a nosotros los humanos, por supuesto no nos cobraría después de estar arreglándolo todo.
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