Hemos visto a
lo largo de la evolución, que no podemos dar nada por seguro, que incluso
espigas que no tienen nada que comer, se han transformado en los cereales que
nos quitan el hambre, los animales como los dinosaurios, se han empequeñecido y
ahora se han convertido en más manejables, algunos peces han salido del agua y
otros después han vuelto a aprender a vivir en ella, de un cielo estrellado se
ha convertido en uno ahumado, los ríos de aguas cristalinas se han convertido
en grandes estudios de laboratorio, para saber qué llevan. Incluso un tal Buda cometió
la gran equivocación, al decir que: “Todo es impermanente”.
La gran
incoherencia de la naturaleza, está compensada por lo único que ha conservado la
coherencia y ha permanecido inmutable y sin cambio: “La política”.
Desde el
principio de los tiempos, cuando el primer rey vio que sus ciudadanos, no
pagaban alquiler, no hacían nada, no le daban beneficio, inmediatamente pensó
en el bienestar de los ciudadanos. Así que les dijo a Adán y Eva, que les había
habilitado un lugar mejor llamado Edén y utilizo el Paraíso, para hacer chalets
para los ángeles y las almas buenas.
A partí de
ese momento no ha habido cambios, todo es realizado para el bienestar del
pueblo, han pasado: grupos, tribus, zonas, regiones, reinos, faraones, y se han
llamado por muchos nombres. Resultado, cuando están en casa, se ponen la bata y
para que se les vea bien, se visten dependiendo de lo que tienen que decir, se
llaman por diferentes nombres para que nos parezcan diferentes, y al final, simplemente
son políticos.
El pueblo
tras la “Torre de Babel”, tiene dificultades para entenderse, pues cada uno
habla un idioma diferente, no cada pueblo no, cada ciudadano habla un idioma diferente.
En África viendo que lo mejor es hablar un mismo idioma, para entenderse hablan
swahili, los chinos en mandarín, y los ciudadanos el borreguil.
Los políticos,
gracias a que no han cambiado desde el principio, no se han visto afectados por
lo de Babel, entre ellos no importa lo que las palabras digan o lo que hayan
prometido, siempre entienden el significado correcto de lo que están diciendo.
Ahora como
quieren que se olvide, todos los acontecimientos de los últimos siglos, quieren
escribir las cosas de otra manera, para que parezcan diferente, resultado: en
la prehistoria, en la Edad Media, en la Era Industrial, en todos los países y épocas,
lo que nos ha quedado es, la corrupción de los gobiernos y políticos o como se
hallan llamado en el momento, y que lo único que entienden es: “Y yo que me
llevo”.
Las Leyes,
porque es difícil llamarle Justicia, pues vemos más o menos cada día y también
en toda época y país, que no importa lo que haces, sino quién eres.
Si alguien es
condenado a cien o doscientos años de pena, se supone que tiene que ser:
Inhumano, una alimaña, sus padres no tienen la culpa de haberlo dejado nacer,
la única manera de sentirse bien con él es que seas igual, cobardes que abusan
de la libertad que se les concede o de la inocencia de los demás, que lo único
que miran es sus intereses y no les importa, la vida, ni la dignidad, ni se
consideran humanos. Bueno pues a estas cosas, se les limita el cumplimiento de
lo que se han ganado, y hay magistrados, pienso que grandes progresistas
defensores de la humanidad, que buscan en la letra de las leyes para ver cómo
mandarlos a que sigan conviviendo con el pueblo, al que han asesinado,
brutalizado, vejado, humillado y que deben olvidarlo y perdonarlo, para con su humanidad,
dejar que los Desnaturalizados Hijos de cualquiera que tenga algo de humanidad,
puedan volver a vivir como siempre, o se hagan ricos con la política.
En mi inocencia,
me pregunto si estos señores magistrados, capaces de rebuscar en la basura de
las leyes, para perdonar a esta gentuza, condenados a cientos o miles de años,
separados de la humanidad, que se lo han ganado con su esfuerzo, inhumanidad y
sus sacrificios para ser alimañas, porque no es humano tener a alguien privado
de libertad, más de un número de años, con lo que se les busca beneficios y
todo tipo de trucos para que salgan.
Alguna vez
estos magistrados, han intentado mirar si es, no de leyes, sino de JUSTICIA,
que un ciudadano que por vivir un poco mejor se ha comprado un piso, que por el
buen trabajo de los políticos, dando subvenciones a sus amigos, prebendas a sus
socios, su mala gestión de los bienes públicos y su falta de profesionalidad,
ha perdido su trabajo. Que por ejemplo, solamente tuviese que pagar de la deuda contraída,
con los mismos derechos que cualquier hijo de puta, asesino, un número de veces
su salario, 40, 100, 1000, veces lo que gana, como tope de la deuda.
Afortunadamente, tenemos un punto de
coherencia donde asegurarnos, para ver que la vida no cambia, que todo es
inmutable, y que independientemente de las circunstancias, los métodos, los
nombres, las reglas, las leyes y lo que nos quieran vender, hay algo que nunca cambiará
para satisfacción del pueblo, los políticos. Nos lo muestran los libros de historia, y hasta
TVe nos lo ha escenificado en la serie “Isabel”, en nuestra Edad Media, la serie también nos ha dejado un gran lema: “Y yo que me llevo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario