LA MENTE PURA

          Todos somos conscientes de la gran diferencia entre la mente humana y la Mente Pura, sabemos de los grandes esfuerzos, de las múltiples dimensiones de la existencia y de los innumerables niveles de expresión de la Vida.

          En Budismo la Mente Pura, la Mente, la Naturaleza de Buda, se simboliza en la “Luna llena”. Como sabemos la luna es fría y no tiene luz propia, es bonita iluminando la noche y hace que las aguas de los grandes océanos se muevan enormemente, incluso las plantas sienten su influencia. Pero, ¿Qué es lo que refleja la Luna Llena?

          Desde antiguo, Hermes nos decía que:”Todo es mental”, “Así es arriba como abajo”.

          Pero qué nos dicen, los libros antiguos, tantas frases e incluso los escritos de mi publicación, basados en esos libros.

          ¿Es realmente una tarea casi imposible acercarnos tan siquiera a esa Mente pura, teniendo una perturbadora, incontrolable, manipuladora, dictatorial y a su vez controladora de nuestra ignorancia, mente humana?

          El Buda dice: “Todo, es y participa de la Mente, la Naturaleza de Buda, siendo Única”.

          Hermes, ya lo hemos dicho: “Incluso la mente humana, es una creación mental”.

          Nansen nos enseña que: “La Mente de Buda, su Naturaleza, es la mente de cada día, la mente ordinaria, la mente humana”.

          Un cuento sufí y otras enseñanzas que: “El cielo y el infierno reside en nosotros, son creados por nosotros, dependen de nuestra actitud y percepción de la vida”.

          Jesús explica que: “El Padre y yo, Jesús, un humano somos uno. No habiendo dado a entender nunca que lo demás no lo fuese. Simplemente nos dijo su percepción”.

          Entonces, ¿Qué es lo que refleja la Luna Llena, la Mente Pura?.

          Más allá de dimensiones, niveles, ignorancias o sufrimientos, la Mente Pura, el Buda, la Vida, refleja: Nuestro nacimiento, nuestra cara original al nacer, nuestra creación, lo que nosotros vemos, en una Luna que no tiene luz, calor, ni imagen, propias.

          Somos nosotros en nuestra ignorancia los que creamos: el sufrimiento, las guerras, el inhumanismo, la ambición, y todo cuanto consideramos: castigo, karma, predestinación, o los designios de un dios, un buda o una mente déspota y sorda.

          Es nuestra mente de cada día, nuestra dualidad, nuestra materia, nuestro infierno, nuestra creación. La cara original, la luz, el calor y la Vida que refleja, la Mente Pura, la Naturaleza de Buda, la Creación de Dios, porque en su Infinitud, en su Seidad, en su Aceptación, en su Absolutez, en su Amor y Naturaleza de Vacío, la Mente Pura, no tiene Cara, Luz, ni Mente propia y separada, de lo que nosotros ponemos para ser reflejado.