Recuerdo en
mis tiempos de “la mili”, cuando el sargento se ponía a la izquierda de la
formación y nos gritaba: “Vista a la derecha”, nos decía que habíamos, perdido
el paso o que habíamos girado el cuerpo, mientras se sacaba el moco y se lo
limpiaba en el uniforme.
Este tipo de
distracción lo he estado viviendo a lo largo de mi vida, razón por la que no me
extraña, verlo cada día, en los medios de comunicación y la política.
Llevamos no
se cuantos años en lo de la “Gürtel”, se llevaron una serie de servicios sin
concursar y dieron comisiones. Me pregunto, si alguien se habrá molestado en
mirar la calidad de los servicios, si se ejecutaron y si los precios, más o
menos, entraban dentro de los de mercado. Lo de las comisiones, no veo nada que
discutir, cualquier persona que se precie y halla pasado por la misma ciudad
que un político, pide comisiones. No es una obligación, pero si no las das, o
cierras o te quedas pequeñito.
Qué pienso de
esto, bueno he renunciado a encontrar dignidad según en que sitios. Lo que sí
me extraña es que los sargentos, o los medios de comunicación o los partidos y
sindicatos, no miren para más lados, arriba, abajo, delante detrás y sobre todo
en casa.
Unos, en tres
años, no han sido capaces de meter en la cárcel o encontrar el dinero, que los
anteriores despilfarraron, desapareció o se dio como subvención y ayuda a
familiares y amigos, para quitarse el moco del uniforme. No ha encontrado y
entregado las pruebas para que los juicios de sus cargos, sean rápidos y
efectivos.
Otros no
saben cómo ha sido posible que hallan desaparecido, miles de millones de euros,
sí, sí de Euros, y todavía se están preguntando y buscan al mago que lo ha
hecho, probablemente lo sencillo sería mirar en cuentas y negocios de amigos,
pero el mago es más misterioso y novelesco.
Los que nunca
han tenido poder, se le ve que en cuanto estudian para político, se les pega
algo de la pátina, los que han tenido poco, simplemente mirando donde lo han
tenido o lo que han hecho cuando se han asociado bastaría para adivinar el
futuro con ellos. Los que han gobernado la mayoría del tiempo, han desarrollado
una labia y unos sistemas, que la ley no es capaz de encontrar nada, pero usan
el mismo dinero que los que ellos llaman inútiles, hacen menos, crean deudas
impagables, tienen que salir por la puerta de atrás y encima siguen repitiendo
el gran mantra político: ¡Pío, pío, que yo no he sido!.
Si vamos por
lo de los cursos, subvenciones, EREs y demás, bueno no es que se hayan hecho
mal, es que muchos no se han hecho o eran innecesarios o fraudulentos, lo que sí
es seguro es, que ha desaparecido el dinero. En mi inocencia, siempre me he
preguntado si habrá sido, Robin Hood o Luís Candelas, para dárselo a los
pobres.
Todos los días,
nos bombardean con información de lo que han hecho los otros, que parece el título
de una película. Los periodistas de un lado, publican casi exclusivamente lo
del otro, la ley investiga siguiendo la pauta, preferentemente a los partidos que
no son de su conveniencia, digo, de su ideología. Los juicios llegan a un punto,
que se sabe más por la prensa que en los atestados, eternos, infructuosos y al
final injustos.
Si los políticos
honrados, honestos, que son realmente funcionarios y políticos, que por si se
les ha olvidado son: Trabajadores públicos o al servicio público, esto es, al
servicio del pueblo, la mayoría de ellos con carrera, que están todo el día en
sus oficinas o realizando su trabajo, les proporcionasen a la policía y a los
jueces, todas las pruebas que tuviesen de lo que han hecho los cuatro sinvergüenzas
que hay en cada partido. Pero cada uno del suyo, que tiene que ser mucho más
sencillo, que tener que pagarle a los traidores de los otros partidos o tener
que introducir espías y pagarles.
Personalmente
no creo que ningún partido ni sindicato, se atreva a decirle a su tesorero que
tiene un moco en el uniforme, porque difícilmente, incluso para hacer el bien,
todo no puede ser perfectamente legal, pero sí que hay límites.
Para mí es
realmente entristecedor, el comprobar con demasiada asiduidad que hay quien ya
no lleva el uniforme, porque solo tiene moco.
Nada me haría
más feliz, que ningún inútil tuviese que venir a gobernarnos, porque los
listos, buenos, honrados, únicos que saben lo que hay que hacer, han tenido que huir por
la puerta de atrás, dejándonos, endeudados, arruinados, desmoralizados, sin
posibilidad de reacción y además están esperando que los inútiles arreglen un
poco la situación, para volver.
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