Son días en
los que la pregunta general es: ¿Dónde ha ido la humanidad?, es inútil mirar a
un lado o a otro, en todos vemos la violencia, la corrupción, la falta de amor
y con ello la ausencia de humanidad en los que pomposamente nos llamamos: “seres
humanos”.
En política
es todo un prometer, queriendo que olvidemos lo que nos han mostrado durante
siglos, pena de que al final lo hagamos. Pero eso será para mañana.
En religión,
estamos en una época en la que unos se escandalizan de lo que los otros hacen,
igual que en todas las épocas anteriores. Es algo que está comprobado, “Ninguno
aprendemos en cabeza ajena”. "Seguimos sumidos en la más profunda ignorancia y
falta de espiritualidad”, al igual que la mayoría de nuestras vidas.
Cuando el
Buda fue preguntado por su doctrina, les dijo que: “Los primeros quinientos
años, el budismo prosperará, se desarrollará y expandirá por el mundo. Los siguientes
quinientos años, avanzará en su profundidad espiritual de la sanga y se
establecerá. Los siguientes quinientos años, declinará, y la doctrina se
aferrará a la letra. Después y esto es mío, se establecerán pequeños corpúsculos
de conocimiento que intentarán recuperar
el espíritu de la enseñanza, con una gran mayoría que seguirá la letra.
En la
astrología china, hay un gran número de estrellas y constelaciones, que cada
una determina uno o varios de los ciclos, de las diferentes facetas de nuestras
vidas. Cada uno de ellos determina un aspecto y tiene una periodicidad
diferente. Estos ciclos pueden ser determinados para personas, animales o
cualquier tipo de vida, por lo que la tierra también se manifiesta con estos
ciclos, ascendiendo unos aspectos mientras otros descienden. La prosperidad y
buen momento general se produce, cuando varios de sus ciclos están en el punto
positivo óptimo al mismo tiempo.
El Islam se
estableció en su origen, unos 600 años después de Cristo y ha ido evolucionando
según los ciclos de evolución de las religiones y sus circunstancias.
En nuestros días
vemos una manifestación de terrorismo, que se incluye a sí misma en el Islam,
que proclama que sus actos y decisiones pertenecen a la voluntad de Allah, y
que actúan en su nombre.
Hace unos 600
años, el cristianismo intentaba destruir todas las religiones falsas, que se
olvidaran todos los nombres falsos del verdadero Dios. Aparte de la reacción, a
la invasión de una religión en expansión, fue la ignorancia de ver la verdadera
cara, el verdadero espíritu de Dios el que da origen a las cruzadas y a la
lacra más profunda del cristianismo: “La Santa Inquisición”, donde cualquiera
podía ser asesinado o quemado, porque alguien decía que no vivía en él el Espíritu
de Dios, que era infiel, bruja, endemoniado o simplemente que sentías envidia o
quería lo que el otro poseía.
Han pasado
esos 600 años y de nuevo el ciclo se repite, asesinatos en nombre de Dios,
muerte del infiel, destrucción de todos los nombres de los falsos dioses, la
creencia de poseer la verdad y el desconocimiento del Espíritu de Dios. El mismo
error que han cometido las sucesivas religiones dominantes, lo está cometiendo
el Islam.
Su Dios, al
igual que todos los dioses de las religiones anteriores, especialmente las monoteístas,
es el Dios del Amor, en religiones con varios dioses, siempre ha habido un Dios
Padre lleno de Amor por la humanidad y por la Vida. Todas ellas terminaron por ser
sustituidas por otras, principalmente porque todas llegaron a los sacrificios
humanos o de la vida de otros seres, todas olvidaron el Espíritu de LA RELIGIÓN,
que no tiene nada que ver con el nombre que se le da, sino con el Amor de su
Entrega.
No puede servirse a Dios desde el odio, la
separación, la exclusión, el asesinato, la corrupción o el deseo, tampoco puede
ser mostrado su Espíritu desde el poder, porque la hermandad de la vida, la
humanidad, el amor hacia todo, nunca se muestra por el poder sino por la empatía,
por la ayuda, por el servicio, por la entrega.
Solamente hay un Dios, no tiene
nombre, pero atiende por todos, no tiene reino porque su reino está en nuestro
corazón, no tiene religión porque su religión es el Amor y la Aceptación de
todo, no tiene seguidores porque Se ha entregado a todos, a la Vida. Sus
seguidores somos todos, hasta los equivocados, todos caminamos en su Camino,
cuando vivimos con Amor.
El conocimiento de la Verdad, se ha
expandido con las guerras y se ha introducido en las diferentes religiones,
pero no pertenece a ninguna, ni a nadie, porque el Espíritu del Conocimiento de
la Verdad, se llama Amor.
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