Es quizás una
pregunta simple y que muchas personas contestaríamos con nuestra opinión, si no
lo pensamos con anterioridad.
El Buda dice
que solamente lo que es permanente es real. Pero una de sus enseñanzas básicas
es que: “Todo es impermanente” o ley de la impermanencia. Es algo a lo que
muchos practicantes de budismo, encuentran respuesta con el:”Aquí y Ahora”,
puesto que siendo atemporal, un tiempo entre el pasado y el presente, sin
tiempo, no puede existir el cambio en él.
Para muchas personas,
especialmente para los que no creen en religiones, o para los de tendencias y
entendimiento científico, la realidad es Tomasiana, solamente lo que puedo
percibir y usar es real. “Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y
metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no
creeré”. Esta duda y la que nos enseña el Buda, no tienen nada que ver una con
la otra, más que relacionadas podríamos decir que son opuestas. “Duda de
todo. Encuentra tu propia luz”, nuestro deber es descubrir la verdad y
entregarnos a ella de corazón.
Hay diferentes explicaciones en los Sutras, en el Sutra del
Corazón nos dice que la realidad de todo es el vacío: “Los cinco skandas, agregados (forma, sensación, percepción, formación
mental y consciencia) son sólo vacío”. Pero al final nos encontramos con dos de
las explicaciones del Budismo, que son las bases de la doctrina y la
explicación de todo: “La impermanencia de todo cuanto es manifestado y el aquí
y ahora que es cuando se manifiesta esta realidad”. El que la realidad sea lo que
permanece, nos diría que lo único real sería la impermanencia, contradiciendo
al “aquí y ahora” que no permitiría que se manifestara la impermanencia.
La realidad de lo que percibimos,
también es cuestionable, lo vemos en las pinturas en 3D sobre una superficie
plana, las sombras que manifiestan diferentes realidades, los sonidos que
pueden ser reproducidos y distorsionados para confundirnos, la vista con los
trucos de luz y visuales, todos los sentidos solamente perciben dependiendo de
nuestra actitud y aprendizaje de lo que es percibido, siendo fácilmente manipulable.
¿Dónde pues,
se esconde la realidad? A veces, es un pequeño cerrojo el que nos permite abrir
la puerta y mirar lo que hay en el interior. Un Maestro Zen respondió una vez
que: “El Camino Medio, es el que incluye los dos extremos.
En el “Aquí y
Ahora”, todo es permanente al no existir el tiempo, la primera percepción de
ese concepto que se suele percibir es, la de un instante en el que se rompe la
dualidad, porque eres una realidad suspendida en el tiempo, una simple foto de
la eternidad, que permanece eternamente. Esa atemporalidad carente de pasado y
futuro, algo cuya existencia está entre ambos, carente de medida y sin poder
ser percibido, porque solamente se puede ser.
Pero el Buda
nos hablaba de ese ahora, solamente como opuesto de nuestra percepción del
tiempo como continuidad ininterrumpida. El ahora de la realidad es mucho más
simple, solamente hay que incluirle las dos orillas, es entonces cuando el
ahora está realmente formado por la infinitud de ahoras, formando uno solo,
eterno, infinito, el ahora del Buda, es la eternidad, es el lugar donde la
impermanencia de las cosas se interrumpe porque deja de haber separación de
tiempos, en pasados y futuros, para transformarse en el Ahora del Todo, de la
Vida, en el que todo permanece como realidad eterna, formando parte de esa
Eternidad.
La realidad
del Vacío, es simplemente que para que algo se manifieste, es imprescindible que
antes exista el espacio que va a ocupar, todo lo que existe necesita ocupar un
Vacío, y todo Vacío es la Aceptación indiscriminada de la manifestación de Vida
que le da forma. Pero la Realidad es, que lo imprescindible es el Vacío donde
todo se manifiesta.
“El Gran Camino no es difícil para aquellos que no tienen preferencias.
Cuando ambos, amor y
odio, están ausentes todo se vuelve claro y diáfano.
Sin embargo, haz la
más mínima distinción, y el cielo y la tierra se distancian infinitamente”.
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