Al burro que tan buen trabajo había hecho, le llevó a un inmenso prado verde, de exquisita hierba, en el que había construido un precioso y confortable establo, con delicioso grano para comer, y le dejó en completa libertad.
Pasados unos días, pudo ir de nuevo a ver a su querido burro. Al acercarse le vio: decrepito, hambriento, casi muerto de cansancio, mojado y tiritando de frío, dando vueltas en un círculo, en el que no había ya el menor vestigio de hierba.
El burro había cumplido su función, moviendo la piedra del molino, pero nunca supo ni preguntó, ¿qué es lo que hago y por qué?, era enganchado, desenganchado y le daban de comer en un establo, donde descansaba. No sabía que su trabajo permitía que el mundo estuviera alimentado, no entendía que su labor era necesaria para que los agricultores pudiesen sembrar y recolectar el trigo. Al no saber, que para ser realmente libre, tu función debes de realizarla con libre albedrío, con aceptación; "para poder vivir con todo hecho, haciendo nada", no pudo olvidarlo, para ser, lo que estaba haciendo en cada momento. Cuando no hubo quien le dijera lo que hacer en cada momento, no supo vivir con tanta libertad.
A lo largo de la vida, hemos tenido: líderes, reyes, revolucionarios, libertadores y un sinnúmero de gentes que han querido darnos la libertad. Las consecuencias de ello por lo que he oído hoy en la radio, la hemos podido constatar este sábado: “La caída de un router de “Whatsapp”, ha originado que millones de “seres humanos”, caminen en círculos, sedientos, hambrientos y medio muertos de miedo por su soledad, sin saber qué hacer”.
Muchos de mis escritos hablan de que la Vida es Libertad, nosotros somos Vida y por tanto Libertad. Nuestra pretensión es vivir en libertad, por la cual: luchamos, morimos, y queremos dedicarle nuestras vidas.
Creemos que se puede quitar la libertad: a nuestro cuerpo, a nuestra mente, a nuestras emociones, lo que nos origina, que no podamos sentirnos y vivir libres. No nos damos cuenta de que, cualquier cosa que se puede conseguir o poseer, también puede ser robada o destruida. Es por ello que la Vida, no posee libertad, no da libertad, no sabe, ni entiende de libertad o esclavitud. La Vida Es Libertad.
Lo peor de la vida no es perder la libertad, lo peor es: solamente el intento de esclavizar algo, incluso a nosotros mismos. No por la esclavitud, sino por intentar destruir nuestra propia naturaleza de Libertad.
Al igual que somos Buda y no nos haría falta meditar, también somos Libertad y no podemos hacer nada por evitarlo o para cambiarlo. Lo único que no nos permite serlo es nuestra ignorancia, nuestra desconfianza, porque en lugar de ejercer lo que somos, intentamos que alguien nos lo de o lo consiga para nosotros. ¿Quién puede darnos lo que somos?
Somos Vida y no vivimos, atenazados por el miedo a morir; somos Buda y nos arrastramos, sin ejercer tan siquiera de persona; somos Libertad y vivimos caminando en círculos interminables, buscando quien nos haga libres.
El buda nos habló del dolor y el sufrimiento, en el que vivimos por culpa de la ignorancia. Esta ignorancia, es el resultado de que siendo lo que somos, no ejercemos, ni preguntamos, ni intentamos, simplemente Ser lo que somos.
Somos: Dios, la Nada, el Todo, la Vida, el Buda. El principio de poder olvidarlo para dedicarnos a serlo, está en amarnos a nosotros mismos. El final de haberlo olvidado, es Ser Amor. El Amor nace de la Libertad, la Libertad de la Vida, la Vida de la Nada y la Nada es Nosotros Todo.
Publicado anteriormente el 24-2-14
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