En la antigüedad
los griegos, se reunían en el Ágora, para en charlas, argumentaciones y
disertaciones, estructurar y transmitir conocimientos. Realizando también estas
enseñanzas a los discípulos en sus escuelas, muchas veces atraídos por el conocimiento
mostrado en la plaza donde se exponía el conocimiento públicamente.
Posteriormente
el conocimiento y su enseñanza se encierran en monasterios, iglesias y en
general era transmitido por monjes. Es con el acogimiento de estudiantes, de
fuera de los términos de los centros de enseñanza, cuando se inicia una
enseñanza, que es reconocida fuera incluso del país donde es impartida, cuando
los alumnos comienzan a recibir unos títulos con los estudios realizados, naciendo
así los embriones de la universidad. Pero es en el siglo XII, cuando la
enseñanza crea sus estatutos, se defiende un modelo de enseñanza y se
establecen derechos, cuando nacen las Universidades.
Algunas de
las características de su origen se han mantenido hasta nuestros días. La generosidad
de las gentes que aportan el dinero, dependiendo después de: La organización,
la elección de los planes de estudio y profesorado y la protección del poder, sus resultados.
Sus principales
funciones obviamente deberían ser: el acogimiento de personas amantes del
conocimiento, expandir un conocimiento universal, conseguir profesores que
supiesen desarrollar este amor, conseguir su aplicación y florecimiento,
erradicar el adoctrinamiento por tanto y preparar a los alumnos, para no
dejarse arrastrar: por fanatismos, adoctrinamientos, ni por el poder. Primando por
encima de todo: el respeto, dedicación, honrar, servir y expandir dicho
conocimiento de libertad y responsabilidad, no de la mente, sino del alma
universal de la Humanidad.
Pero las
universidades se han hecho mundanas, al servicio del poder, al servicio de los
que en lugar de intentar hacer el máximo con el dinero que reciben, piensan más
en cómo pedir más; que en lugar de enriquecer el conocimiento, lo hacen con el
adoctrinamiento; que en lugar de personas amantes del conocimiento, las prepara
en amor al poder; que en lugar de poetas y científicos, produce políticos y
sindicalistas; que en lugar de personas para la humanidad, las hace de derechas
o de izquierdas.
Durante años,
las escuelas, institutos y universidades, han estado al servicio del
adoctrinamiento. Hemos visto catedráticos asesinados por no querer adoctrinar,
mientras sus compañeros, rectores y alumnos, defendían y les proporcionaban
cursos ficticios, para beneficiar a sus asesinos. Apoyaban y preparaban gente
para sustituir a sus asesinos, con el dinero de todos los ciudadanos y despedían
o prohibían enseñar al que no quisiese adoctrinar.
Vemos cómo
las universidades titulan en separatismo, en cualquier cátedra. No porque sea
necesario, sino porque si no lo eres, no recibirás tu título y si lo recibes
tendrás dificultades o te será imposible ejercerlo. Para ser profesor en estas
universidades el mayor requisito es su ideología no sus conocimientos.
Ojalá, fuese
solamente en unas determinadas universidades, pero el requisito de la ideología
es algo extendido en ellas, aparentemente es más importante para impartir
conocimiento la ideología, que el amor por él.
Vemos el
rechazo durante años de un nuevo modelo, no se ha tratado de buscar otro mejor,
simplemente la no aceptación de cambiarlo, principalmente porque el partido de
gobierno no tiene sindicato en la universidad. Personalmente, no creo ni que
tan siquiera hallan sabido lo que se les proponía, simplemente los sindicatos
han dicho, que no. Apoyados por los rectores y grueso del profesorado, han
impuesto, no sé si, su mayoría o minoría, a todos.
Nadie pide
explicaciones de qué se hace con el dinero que reciben, no se ha hecho nunca,
ni creo que lo aceptasen. Simplemente nos piden más cada año, porque si alguien
lo duda, el dinero y subvenciones que reciben, es dinero nuestro. En las
noticias dicen que hay quien gana cientos de miles de euros, que hay quienes
cobran por hacer poco o nada, la preparación que reciben no es muy buena, salen
más sindicalistas que médicos, más políticos que estudiantes. Muchos graduados
tienen más verborrea que conocimientos, más amor al adoctrinamiento, que al
conocimiento y cuando todos estamos en la miseria, nos piden más dinero para lo
que ellos necesiten.
La medida la
están dando ahora, les dicen que son libres para implementar más que una ley,
sus deseos. ¿Quieres hacer una titulación en tres años?, bien; ¿quieres hacerla
en cuatro?, bien. Pero han visto el peligro, si nos dan libertad a nosotros, lo
mismo nos la pueden pedir los ciudadanos “paganos”, en lo que enseñamos o en cómo lo hacemos. Por lo
que han decidido negarse y dedicarse a la huelga que es lo suyo, porque, ¿para
qué van a estudiar si ya tienen trabajo en un sindicato?, si la universidad les
ayuda y les dará sus títulos por su adoctrinamiento, no por su conocimiento.
Universo, Universidad, Conocimiento,
Humanidad, algo que debería impartirse en las universidades, verdaderas
catedrales de Amor al Conocimiento de la Humanidad, lástima que se hallan hecho
mundanas y sirvan a su mecenas el poder, en lugar de a quienes dan los medios
humanos, económicos y materiales, ¡¡el Pueblo!!.
Pagano: quien pone el dinero, sin tener derecho a nada.
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