Pienso que
fue en el principio de mi vida, justo al nacer, cuando un llanto de
desesperanza me impulsó a mirar alrededor, buscando alguien que me amase.
Desde entonces
han pasado por mi vida, mis padres, mis hermanos, amigos de ambos sexos, amigas
con derechos, novias, gentes que me han prometido sin responsabilizarse de las
promesas, muchas gentes que han vivido y pululado a mi alrededor. Al final
todos en unos momentos u otros me han decepcionado, me han fallado, ninguno de
ellos cubrió mis expectativas de amor.
He buscado
saber, qué debo pedir a la gente para saber de la sinceridad de su amor, qué debo
esperar de ellos, he leído libros, hablado y escuchado a gente conocedora de todo
lo que hay escrito sobre el amor, he mirado las grandiosas frases definiendo cómo
deben amarnos que inundan Internet, he dedicado toda mi vida a buscar a alguien
que me ame, me he esforzado por decir cómo deberíamos amarnos, cómo deseo que
me amen.
Mi pelo que
hace muchos años, se veía oscuro, se ha cansado de luchar, ahora acepta la luz
sin rechazar ninguno de sus rayos, aún así algunos conservan su color, pero en
gran parte se ve blanco. Un blanco que es así porque guarda el Arco Iris en su
interior, porque no rechaza nada, todo es bien recibido y bien hallado en su
corazón.
Todavía a
pesar de todo, no he encontrado a nadie que me ame, al menos que colme mis
expectativas de amor. Al final como casi todo en mi vida es el retorno a mi
Maestro, ese que nunca tuvo nada que enseñarme, que ni tan siquiera intentó
amarme, que solamente se paseaba delante de mí repitiéndose a sí mismo: “Aquí y
ahora, Esta vida es infinita, dibujando un círculo con el dedo, que Todo es
Uno, olvida tu “ego self”, o “ichi tante, one doing”, ser uno con lo que se está
haciendo, ser ahora- ahora”.
Como veis
nada donde encontrar, a alguien que me ame como yo deseo, como merezco ser
amado, alguien que llene mis expectativas. No me extraña la cantidad de grandes
frases llenas de deseos y frustración, al no encontrar ese amor que todos
buscamos.
Al final me
acordé, de un panfleto que leí o escuche y que se había quedado en un rincón
perdido de la memoria, en la memoria del principio de los tiempos:
Finalmente he podido encontrar a la persona
que me ama, que no necesita cubrir mis expectativas, porque las he olvidado,
en mi amor y aceptación.
He encontrado el gran amor que la
Creación entera tiene por mí, porque el amor que tiene es el que yo le doy.
Sé que el prójimo tampoco puede amarme
como deseo, porque me ama mucho más. Solamente que no puedo ver su amor
llenando mi bolsa, mi corazón. Porque ese: “Amar sobre todas las cosas”, diluye
al prójimo, porque no hay amor de otros y mío. No se puede amar para cubrir las
expectativas, si no es Siendo Amor, donde no hay prójimo, otros o yo, solamente
Amor.
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