No pretendo molestaros

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Yui Shin

viernes, 13 de marzo de 2015

LA GRAN MENTE

          Como siempre que traduzco desde escritos o charlas de mi Maestro, lo hago desde la traducción al inglés, con las limitaciones que tengo, y aceptando la responsabilidad de los errores que he cometido al traducirlo.

Big mind, joyful mind, parental mind
Completamente envuelto y protegido por todo el universo, eres como los montes, como los mares, como el gran cielo que no conoce límites. Esta maravillosa, gran inmensidad es tu propia mente, "La Gran Mente". Para despertar a esta Gran Mente, simplemente haz aquello que estás haciendo en este mismo momento con todo tu corazón. Si lo haces entregándote totalmente, sin ninguna duda este mundo, te será revelado, despertando a la Gran Mente, al disolverse inevitablemente la férrea cárcel del “yo”.
“En una entrega absoluta”, es probablemente la clave, para realizar que la mente de cada día es exactamente la Gran Mente.

"La Mente de la Felicidad" es la mente que no puede dejar de sentir gratitud. No es que te sientes agradecido porque se supone que tienes que hacerlo, sino que no puedes evitarlo. Se siente tanta gratitud que irradia como alegría. Y desde esta infinita alegría, surge la amabilidad, la bondad que nace de agotar profundamente el pequeño yo, origen del ego, para convertirse en uno con los demás. Esta es la "Mente Paternal".
Cuando la Gran Mente, La Mente de la Felicidad y la Mente Paternal se unen como un solo cuerpo, simplemente esto en sí mismo es la Mente del Bodhissatva.
Esforzarse en que sea esta actitud mental, practicando para fortalecerla, entregándose hasta el punto que es ella la que rige nuestras vidas y no nosotros el control de la mente. No es silenciarla la meta de la práctica, sino que ella nos hable en Silencio.

¿Y no debería ser esta, de hecho, la base de toda la educación de nuestros hijos? Shakyamuni Buda y los patriarcas enseñan esto en los fundamentos de la educación. “Cada niño es desde el principio el maestro de la Gran Mente”. Si se anima a que salga a luz este corazón, el niño desarrollará de manera natural la alegría, y los problemas se resolverán por sí mismos. Cultivando de forma gradual estos aspectos de la vida, el niño se convertirá en un ser humano que es sensible al dolor de los demás. Esta empatía con los demás, hará brotar  la alegría por sí misma.
No importa el estudio exhaustivo, la cantidad o temas de los libros que lees o lo mucho que sabes de la teoría, este tipo de conocimiento sólo puede ser una ayuda, pero nunca el motor, la energía, que nos conduce hacia la paz de la mente. Y en realidad, si uno no tiene cuidado, el conocimiento teórico puede incluso ser un obstáculo. Lo importante es dejar ir de la mente y el cuerpo y refugiarse en la verdad misma. Es una cuestión de permitirte a ti mismo, todo lo que puedas, para reconocer la verdad, vivir con sinceridad y aceptación en el aquí y ahora, que es la Realidad de nuestra vida.
Es cuando se nace y vive en esta realidad, cuando se vive en los valores y la responsabilidad que la Vida y nuestra Libertad, nos otorgan, cuando sin hacer nada, la Gran Mente se manifiesta en y por nosotros.
No es el tiempo de meditación, ni tan siquiera vaciar algo, sino el ser Uno con todas las partes, lo que nos hace ser Vacío Absoluto. No conceder existencia real a algo que pueda desecharse o ser desechado, de nosotros, del Mí o Yo. Porque no hay nada que saber u olvidar, en la Gran Mente solamente existe, el SER.

Si ves sólo las diferencias entre tú y los demás, te sientes fácilmente irritable, demasiado sensible. Si vives solamente para cuidar de tu pequeño ser, protegiendo tu pequeño cascaron, protegiendo tu individualidad separada por encima de todo, tarde o temprano se desmoronará, ¿no es así? Así que regresa de nuevo al punto de partida, vuelve a tu verdadero hogar, el hogar de todo el Universo,  que es el mismo para todos los seres. Quiero veros despertar al verdadero Ser.

Fragmento de un “Teisho”, de mi Maestro.
Por favor, por favor abre los ojos: todo está lleno de vida. Grandiosamente Vivo. Esta es la felicidad de la Felicidad. En este "aquí y ahora " que nunca puede ser destruido. La luz ilumina brillantemente, la eternidad de nuestra vida, justo ahora. ¡Qué alegría hay en esta claridad. Por favor, cuida de tu brillante Naturaleza de Buddha. Esforzándote en apreciar y valorar ser uno en ella, sin por ello sentir arrogancia.
Nadie debe sentirse insignificante, ni mirar o menospreciar a nadie, nadie debe sentirse superior, porque no hay superioridad de unos sobre otros.
Entonces, ¿quién somos para sentirnos vanidosos y orgullosos, cuando nuestro origen es el mismo que el de todo lo demás? estamos soportados, nos nutrimos, estamos protegidos por todos los seres. Por la gracia existente en la unión de todos los seres, cada uno, es todo el universo.
Sintiéndonos uno al  realizar cada respiración, siempre unidos. Por favor, nunca abandones el tesoro infinito que es tu propio ser. Sin desviarte, sin mirar hacia otro lado. Sin retener, sin poseer nada. Todo lo que hay está en el “aquí y ahora, fresco, nuevo, vivo. 
Realízalo, solamente haz tu práctica, Ahora, con total entrega y dedicación.

No es algo exclusivo de estar sentados en meditación, es ser Meditación en toda actividad o inactividad, conservando esta actitud, porque la práctica no es meditar, sino la Vida en Meditación.

Es por ello que el origen es la Gran Mente, y es practicar la vuelta, encontrar el camino de retorno a Ella, lo que estamos haciendo. Volver a lo que somos, en el eterno Aquí y Ahora de la Gran Mente.


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