“Cuentan que
un caluroso día de verano, un Maestro fue a pasear a la orilla del río con sus
miles de discípulos. Agobiado por el calor, se desprendió de la túnica la
depositó sobre la hierba y puso una piedra encima para señalar el sitio, bañándose
a continuación en las frescas aguas. Al regresar con gran estupor vio la orilla
del río cubierta de piedras”.
He visto algunas
noticias acerca de la ablación y otras costumbres, de otras culturas y también
las he leído en algunos posts. Haciendo algunos comentarios, no suelo ocultar
mis opiniones y en general en la única que estoy casi en contra, es en la
anterior de la imitación sin pensar, la de ser bloques monolíticos de la opinión
de: un famoso, un líder o alguien a quien se sigue y que no sabe donde va.
Estos son dos
de los comentarios que hice, pero la mayoría de las veces prefiero escribir una
opinión más personal que haré a continuación.
“Cuando son madres o vecinas las que lo hacen, es la mujer la que
lo defiende, hay violaciones y abusos de mujeres y niñas y la gente sigue
pensando que lo importante es cuidar de la moralidad de la mujer, cuando la
mujer es la culpable de los deseos y violencia o sexualidad del hombre, y todo
es aceptado y cumplido por el pueblo. Cuando hay mujeres de países que saben de
otras costumbres y hombres que saben de democracia y libertad y van a asesinar
y cumplir con estas normas, solamente los que están debajo de unos pocos,
tienen que tomar sus responsabilidades, sin que los demás tengamos que imponer
nuestras ideas”.
Es algo que
vemos diariamente, son las madres las que quieren realizar las costumbres
ancestrales, independientemente de que estén en otra cultura y hayan aprendido
sus derechos, diferentes a los que quiere cumplir. Vemos que para que un hombre
no tenga malos pensamientos, hay que ocultar a la mujer, lo que es defendido
por gran cantidad de mujeres, mientras los hombres que pueden, buscan otras que
enseñen más y no tengan problemas para tener relaciones. Pero son ellas y ellos
los que tienen que cambiar sin que les sea impuesto, hemos exterminado
demasiadas civilizaciones por sus ideas y ahora las ponemos de moda.
“Intento mirar desde otro
ángulo, lo que no significa que me parezca bien o mal lo que comento.
Hubo uno que dijo "Veis la mota en el ojo ajeno y no la viga
en el vuestro". Yo suelo escribir del "ahora", pero esto es
cuando ese ahora es todo el pasado y no se olvida, sino que se es. Esas
personas que criticamos, se sorprenden que nos horroricen sus costumbres,
porque hoy día hasta ellos se comunican con el exterior. Cuando ven que estaba
prohibido abortar y se legaliza porque hay peligro de infección para las
madres, para ser realizado con el dinero de todos, en clínicas seguras. Se
preguntan ¿por qué ellas no?. Esto es por motivos culturales y religiosos, no
poder abortar era por motivos culturales y religiosos, ¿es que la política
solamente intenta cambiar cualquier cosa nacida de la religión?. Ven toda la
mierda social que oculta en tuberías dejamos de ver, las operaciones de
estética, las reconstrucciones de virginidad y todas las cosas que aceptamos
culturalmente, pero no las de los países pobres. Destruimos y exterminamos a
salvajes que castigaban su cuerpo tatuándolo, los que creían en espíritus, los
practicantes de medicina china, otras religiones.
Su cultura también cambiará sus costumbres sin imposición, al igual
que podemos cambiar de sexo, abortar y tatuarnos, ahora en la seguridad de la
clínica, por qué destruir sus equivocaciones a la fuerza y por leyes, al igual
que hacemos con las nuestras para mantenerlas.
En el pasado
hemos visto tatuarse como costumbres salvajes y las hemos castigado, ahora
queremos castigar: la ablación, el burka, el estatus social de la mujer en
algunas culturas, y cualquier costumbre que no se amolde a los escritos de
derechos, que nosotros creemos son los mejores, porque son los únicos que
muestran que somos seres humanos.
Cualquiera de
esas personas, puede preguntarse, si al saber que lo que viene es una niña, que
tendrá que realizarla la ablación, vestirla para que el hombre no sea tentado, que
no va a tener los mismos derechos que el hombre y va a ser alguien de segunda
toda la vida, debería recurrir al método de los seres humanos occidentales,
esto es abortar. Probablemente se les construirían clínicas y se les haría
gratis y con total seguridad.
Esto eliminaría
la pobreza, la emigración y el hambre en esos países, porque obviamente se
extinguirían, pero se habrían resuelto un montón de problemas gracias a las
enseñanzas de los países civilizados.
Está visto
que poner una piedra encima de la túnica para bañarse, le da problemas a los
demás y a nosotros. Un día se comenzó a morir la gente al comer carne de cerdo,
pues tenía alguna enfermedad que se transmitía al hombre, alguien con sentido
común dijo que: “No comáis carne de
cerdo”. Algo así, puede eternizarse, simplemente por el sentido común de
una sola persona, la orilla del río sigue llena de piedras y túnicas
abandonadas.
Hay alguien
que una vez dirigiéndose a: los políticos, los soldados, los sacerdotes, al
pueblo, incluso a los animales que estaban escuchando y les dijo: “Quien esté libre de
culpa, que lance la primera piedra”.
No estoy de acuerdo con estas
costumbres, que solamente muestran nuestra lejanía con los seres humanos. Pero hay
soluciones que son peores que el mismo problema. Hemos realizado guerras,
destruido civilizaciones, culturas, etnias, para cambiar la religión o las
costumbres bárbaras, de los que no saben lo que es la humanidad.
Seguimos con las leyes y derechos en las
que han evolucionado, las nuevas costumbres: violaciones, pornografía,
intolerancia, tráfico de personas, guerras, abusos infantiles, falta de
honradez, ignorancia de lo que es la Vida y la Dignidad, aborto por derecho,
protestar y exigir sin compromiso ni responsabilidades. Nos sorprenden las
costumbres de los bárbaros y sociedades no desarrolladas, pobre Humanidad.
Pregonado en el desierto: “Quien esté libre de culpa, que lance la primera piedra”.
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