¡Qué alegría
me produce!,
el canto de
los pájaros.
Melancolía y tristeza,
canto de
pájaros.
Como podéis ver, hace ya unos años que
escribí este poema, sin saber por qué, en mi corazón sentí y por ello le di el
titulo de: “Mi último poema”.
No recuerdo las circunstancias, ni la
causa concreta de escribirlo. Pudo ser el mirar alrededor, o en mi interior, o
ambas cosas a la vez, pero cada día crecía más la seguridad de algo que nunca
habría imaginado, de tanto buscarlo.
¿Podría
ser, que más que sufrimiento y tristeza, nuestro verdadero problema fuese la
ceguera?. Veía no solamente mis insatisfacciones o las de las gentes que me
rodeaban, estando en un entorno precioso, lleno de tranquilidad, con un buen
Maestro, comida, ropa, vivienda, solamente teníamos que mantener el templo y
meditar para alcanzar: “La paz, la tranquilidad, la Iluminación, la Sabiduría, ¿nuestra?
Naturaleza de Buda”.
Hasta en la forma de expresarlo, se ve
las dificultades que tenemos para escuchar nuestra propia voz: “Naturaleza de Buda, pero la llamamos nuestra”.
Lo leyeron varios amigos y algunas
otras personas, pero no me aclararon más por lo que había sido escrito.
Hay demasiadas cosas que nos llenan o
nos llenaran de alegría, mientras suceden, son recuerdos de felicidad o
sufrimiento que llenan nuestros vacíos presentes. Vemos o vivimos algo nuevo o
algo que logra sorprendernos y nos sentimos henchidos de alegría, de felicidad.
Pero seguimos buscando, deseando aquello que no tenemos, no en nuestras vidas,
sino en nuestra visión.
¿Cómo podríamos tener lo que deseamos?,
¿Cómo podríamos ser lo que queremos ser?, ¿Cómo podríamos estar donde queremos
estar?, ¿Cómo podría estar con nosotros la persona que deseamos que esté?.
¡Qué alegría me produce!, el canto de
los pájaros.
En una Vida
de Eterno Presente, Absoluta, Infinita, tiene que haber de todo, todas las
circunstancias, cumplidos todos los deseos de vivir y disfrutar de ese
Infinito que nos es entregado constantemente, a cada momento, cada instante,
cada ahora de la Eternidad.
Nunca dejaran
de cantar los pájaros, su canto vive en la Eternidad de la propia Vida, si
nunca hubiera pájaros, su canto estaría esperándolos eternamente.
¿De dónde
nace nuestro sufrimiento, nuestra infelicidad, nuestro vivir en el deseo, en no
ver cuanto la Vida nos ofrece, que es su Infinitud, porque no nos la está dando:
“Somos Vida Infinita”. Un Infinito en el que Todo está incluido, en algún
presente de los infinitos que somos, todos nuestros deseos serán realidad.
Es por ello
que mi sorpresa, mi reconocimiento de ceguera surgió del canto de los pájaros:
Melancolía y tristeza, ¡¡¡¡ Canto de pájaros!!!!!!.
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