No pretendo molestaros

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Yui Shin

jueves, 7 de mayo de 2015

LAS METAS NUESTRAS


          Es en nuestro día a día, en la forma de expresarnos, en lo simple, donde vemos el camino que estamos recorriendo, los lugares y circunstancias que hemos guardado en nuestra memoria. No es en las grandes frases, en las filosofías, en las religiones o en lo que pomposamente hacemos ostentación, lo que determina nuestro sentir, nuestro pensar, la forma en la que finalmente expresaremos y manifestaremos la Vida que somos.
          Conquistamos el Amor, conseguimos las metas, nos enfrentamos a los peligros y los obstáculos, peleamos por: las cosas, los deseos, lo justo, el poder, la justicia, nuestros ideales, por pelear lo hacemos en una guerra eterna hasta para conseguir la paz.
          He leído y escuchado esta forma de expresar nuestro día a día, durante todos los días de mi vida, pero cuando he leído detenidamente a los Maestros, nunca veo esas connotaciones de pelea, leo las palabras, sí, reconozco que están escritas, que dicen: luchar, conquistar, lograr, alcanzar, …, pero he leído también el contexto en el que se bañan estas palabras, y he intentado mirando en el bosque, conocer la intimidad de ellas en su soledad.
          No hablan nunca: de una guerra contra la Vida, o entre la materia y el espíritu, entre el ego y la unidad, entre dualidad y Ser.
          Principalmente nos dicen que lo único que existe es el Vacío, el Espíritu, el Todo, que nuestra materia es parte de ese Espíritu, que nuestro ego no llega a ser realmente nuestro, porque existirá mientras lo estemos alimentando, mientras lo estemos creando, mientras tengamos la más ligera percepción de ser, incluso si no llegamos a ver la separación, si no percibimos nada más que al Uno, que es aparentemente una no-percepción, pero que hace que nazca el principio del ego.
          Buda independientemente de las frases, de las explicaciones para nuestro entendimiento, dejó claro que: “Desde antes del principio y hasta después del final, Todo Es Buda, Todo es Vacío”. Por ello para entender de qué nos habla, hay que ponerse este concepto en los pies, porque son sus zapatos, el lugar desde donde nos habla El Silencio de Buda.
          Lao Tse nos dice que: “Hay que ser uno con el Tao, que nunca hay dos”.
          Hermes dijo que: “Así es arriba como abajo”, pero preguntado por Dios, por el Absoluto, guardó silencio, sellando fuertemente los labios. No hay forma de expresar a Dios, de definirle, de poderle aprehender conceptualmente.
          No, esto no quiere decir que debamos callarnos, no buscar, no esforzarnos, saber de nuestra percepción dual, es lo que nos tiene que llevar a esa unión, a llegar a ellos. Pero tampoco podemos ignorar que: ya somos, estamos y es del todo innecesario tener que conseguirlo. Pero, ¿quién siendo muy espiritual deja de comer, alimentando así a la parte material del espíritu?
          A veces ser conscientes, significa eso, saber que es innecesario: luchar, conquistar, lograr, alcanzar, o combatir con lo demás para conseguir algo, pero no dejar de hacerlo, incluso con más ahínco aún si cabe, hasta agotar nuestro ego, nuestra prepotencia, nuestra ignorancia. Solamente cuando la seguridad de estar de regreso en casa, de haber trascendido la dualidad, de ser Uno hasta reducirlo solamente a Ser, podremos recobrar nuestra condición de Vacío de forma consciente, no por tener consciencia de algo, sino siendo Consciencia de Vacío.
          "La máxima victoria es la que se gana sobre uno mismo" Buda
          Para nosotros lo más inmediato es, “Máxima, victoria”, pero debemos de ser conscientes, de que no hay máximo o mínimo, victoria o derrota, uno mismo u otros, fuera de la dualidad, en Buda, en su Naturaleza, en nuestra condición de Buda.
          Nada que ganar, nada que perder, y aún así dando en cada instante lo mejor de nuestro Ser, simplemente para manifestarlo, pero “siendo” hasta el punto de no percepción.
          Nuestra percepción de que estamos en una lucha eterna, para ser, conseguir, destruir, establecer nuestras metas, nuestros conceptos, nuestras ideas, siempre nos mantendrá en la dualidad, lo que imposibilita el vivir en la felicidad, lo que nos impide la satisfacción correcta, no la del ego o de la ambición, que es la única que se consigue con la idea no ya de pelear, sino de que hay algo con lo que hacerlo.

          Nuestras metas están limitadas por mirar las palabras de los Maestros desde nuestra mente, sin tener en cuenta que ellos nos están hablando desde otra perspectiva, que también nos han explicado: “Nuestra existencia, no es la dualidad, solamente lo es porque nosotros percibimos la existencia solamente por medio de ella”. Por ello en budismo la Gran Meta, es llegar “Aquí y Ahora”, de donde nunca podremos salir, y sin embargo tenemos que estar llegando eternamente.


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