Hemos vivido
nuestra existencia, en el convencimiento de que todo nos debe ser dado. Unas veces
fue la Providencia, otras la suerte, el destino, los jefes, el rey, los dioses,
Dios, los políticos, los poderes, los sindicatos, la Justicia. En todo ello
hemos olvidado lo único que es importante, la realidad de nuestro linaje, de
nuestra condición, nuestra naturaleza, nuestra Verdad: “Somos Vida, hemos
nacido siendo Libertad, Creadores de nuestro universo, los manifestadores y
creadores de la manifestación de nuestra realidad La Vida que somos y
expresamos”.
Ayer de nuevo
1 de mayo, día del obrero, no de uno creativo sino del pedigüeño, del mendicante,
del que cree en derechos, guiado por los sindicatos y por la izquierda, que nos
enseña que tenemos derecho a disfrutar y compartir lo que otros han creado,
simplemente por ser iguales en los derechos, ¿por qué no también en las obligaciones?.
Me pierdo, no
solamente en la verborrea política, sindical o religiosa, sino en el
entendimiento de lo que se ha perdido en el olvido de los tiempos, “Los conceptos que nosotros hemos creado,
establecido, puestos como indicadores del camino a recorrer para llegar a
nuestras metas”. Porque no han sido: Dios, los reyes, los poderes, los
sindicatos o los políticos los que los establecieron, sino la humanidad, el
hombre que mirando el Universo y la relación de la Creación de unos con otros,
vio la humanidad en ello.
Pero para
quitar la Libertad, para que olvidásemos todo ello hubo que adulterar los
conceptos, diciéndonos que todo nos sería concedido, dado, entregado por los
poderes de turno, por un Dios, que lejos de ser Todo, era un hombre de grandes
poderes, que en lugar de estar manifestado en nosotros, estaba hecho a imagen y
semejanza nuestra, que en lugar de crearnos libres y siendo Libertad, nos había
creado para servir su ego y depender de él.
Esta creencia
de lo que somos, nos lleva a olvidar que tenemos que crear la vida, el universo
en el que queremos vivir, que no es el establecimiento de derechos lo que
manifestará este universo, sino el cumplimiento de las obligaciones si fuese
necesario, porque en realidad lo único necesario es la responsabilidad.
Pensando en
que alguien tiene que resolver nuestros deseos, necesidades y problemas, hemos
creado los derechos, en los que alguien tiene la responsabilidad y obligación
de crearnos un puesto de trabajo, en el que trabajaremos, cobraremos y
responderemos según nuestros derechos. Los políticos crearán leyes para
obligarnos a ser felices y buenos. Las leyes que incumplimos, reportarán
justicia. Nuestras ambiciones traerán el bienestar y la paz a la tierra, aunque
tengamos que destruir a los que rompen y no permiten que puedan establecerse. Veo
los manifestantes que piden, a los que quieren imponer sus opiniones, a los que
quieren destruir lo establecido, a los que lo hacen en paz y a los
destructores, lo único que no veo es la creatividad humana.
Hay frases,
conceptos y enseñanzas desde el principio de los tiempos, que nunca hemos
intentado implementar en nosotros, en nuestro día a día. Que nunca hemos
intentado comprender desde la observación de su funcionamiento en el Universo,
en la manifestación de la Vida en la que estamos inmersos.
"La máxima victoria es la que se gana sobre uno
mismo" Buda.
Somos los creadores de nuestra vida, de
nuestro Universo. Solamente tenemos que ser nosotros, lo que somos en realidad,
olvidando lo que nos han dicho que somos: “Somos servidores, al servicio de nuestro Ser, creando
con nuestra actividad una realidad que manifieste lo que somos”.
Ninguna de nuestras
células, ninguno de nuestros órganos, intenta dominar, sustituir, eliminar o
sentirse superior o dueño de otro. Todos ellos trabajan para el bienestar del
Ser del que forman parte. Nosotros lo somos de la humanidad, de la Tierra, del
Universo, porque al igual que todos ellos somos Vida.
“Hubo una vez un hombre que tenía un amigo rico. Un día, pasando
necesidades visitó a su amigo rico, quien lo atendió y le sirvió abundante
comida y vino. Eso embriagó completamente al huésped, quien al cabo cayó
profundamente dormido. El dueño de casa, tuvo que partir en un repentino viaje.
Pero quiso ofrecerle a su amigo una joya de valor incalculable, que tenía el
poder de conceder cualquier deseo. Pero el hombre ebrio estaba profundamente dormido,
y al anfitrión no le quedó otra alternativa que coser la gema al dobladillo de
la túnica de su amigo. Al despertar, el hombre comprobó que su amigo rico se
había ido y no se dio cuenta de que llevaba la joya cosida a la túnica. Al cabo
de un tiempo, se hundió en la pobreza, comenzó a vagar de país en país y sufrió
grandes adversidades. Muchos años después, reducido a un estado de profunda
indigencia, se encontró nuevamente con su viejo amigo. Este, sorprendido por la
condición del pobre hombre, le habló sobre la joya que le había regalado, y su
amigo supo por primera vez que había poseído esa joya invaluable todo el tiempo”.
Seguimos mendigando, justicia, paz, una
vida digna, que alguien cree unas condiciones justas de convivencia, olvidando
la Joya que vive en nuestros corazones: “La Humanidad de la Vida”.
Hemos creado un Dios enfrentado con el
mal, Él nunca ha creado el cielo, ni tampoco el infierno, Dios Es Todo. El
Cielo y el Infierno, no han sido creados Son Dios. Él no puede darnos uno u
otro, porque siendo su Naturaleza, ambos viven y se manifiestan en nosotros,
algo que Dios no puede cambiar, porque somos Libertad, poseedores del Libre Albedrío
y Creadores de nuestra Vida, no es pedir lo que nos llevará a ello sino el ser
responsables de nuestras creaciones.
Que facil es vivir sin apegos, cuando el sufrimiento es la medicina del despertarse
ResponderEliminarQue facil es vivir directamente en el desprendimiento de deseo
Que facil es ver directamente
Que dificil lo hacemos alejándonos de la naturaleza original
el asi, es, asi sin... asi.
kepake
El sufrimiento nace del apego. Dividir la Vida en mucho o poco, fácil o difícil, es la separación del Yin y el Yang, su unión es la aceptación, lo original, el que las cosas son como son, cuando todo es *suficiente*.
Eliminar