Hay personas que piensan que la
ley y la libertad, está en sus manos, en sus opiniones, en su manera de pensar.
Ellos deciden, de las leyes que existen las que son justas y las que deben ser
obedecidas.
Lo pudimos ver en juicios a
mafioso, en los que las personas declaraban bajo juramento que el dinero por la
protección que pagaban, lo hacían voluntariamente o que el acusado nunca estuvo
donde había sido visto por personas equivocadas.
Lo hemos visto en los terroristas
que agradecían los donativos por impuestos revolucionarios y lamentaban los
accidentes o asesinatos de las personas que no pagaban, siendo además
justificados por muchas ¿personas? amantes de la libertad.
Nunca he entendido el seguidismo
a personas, que no dan opciones para decidir algo que sea contrario a sus
imposiciones, que usan el poder que tienen para imponer y adoctrinar en sus
ideas, a los que están pagándoles para que administren lo que aportan al bien
común.
Viendo cómo hay algunos que se
llaman a sí mismos políticos, que quieren cambiar las leyes, para incumplir las
que hay, pues están siendo investigados por quedarse con dinero público, que es
el que pagamos y les damos el pueblo, para que nos mejoren la calidad de vida,
pero por lo visto es mejor repartirlo entre amigos y conocidos, aparte de ellos
mismos.
Y qué hace el pueblo, pues una
parte se pone detrás de ellos para que sean sus líderes. Porque no hay nada
como ser un sinvergüenza para que la gente te siga, envidiosa de que por su
falta de dignidad y escrúpulos, sean ricos y tengan lo que ellos no tendrán. Si
el pueblo no fuésemos tan borregos, si viviésemos como empresarios de lo público,
en lugar de ayudarles con nuestros pequeños robos, nuestra falta de
responsabilidad cuando somos servidores públicos, permitir que ninguna empresa
pública sea autosuficiente económicamente, debido al derroche y la falta de
productividad de los trabajadores de lo público, si de verdad viésemos que es
nuestro dinero, probablemente no les ayudaríamos acojonados, a que nos roben.
Cuando los
mafiosos se ven acorralados en su zona, matan a los jueces, a quien no obedezca y sobornan a quien
pueden. Los terroristas al final se meten a políticos. Y los políticos cuando
les van a pillar con el carrito del helado, con las cuentas llenas de lo que se
han encontrado, pues se hacen reyes del pueblo.
Me pregunto,
¿Desde cuándo estarán robando, para llevar años subvencionando los medios de
comunicación, adoctrinando a los niños, haciendo funcionarios, condicionando económicamente
a personas y empresarios, para que cuando comienzan a investigarlos, apuntarse
al independentismo?
También me
pregunto, cómo muchas personas de otras zonas de España que no niego que han
encontrado una vida nueva y mejor que en sus provincias de procedencia. Pero se
olvidan, que muchas empresas fueron erradicadas de otras zonas para llevarlas a
Cataluña. Que muchos tuvieron que irse de su pueblo, porque les necesitaban en
las fábricas que les habían robado. Si no hubiesen ido, las fábricas llevadas
allí, habrían tenido que buscar en otros sitios o devolverlas por falta de mano
de obra.
Mi familia se
movió a Madrid, y le estoy agradecido, he vivido bien, pero nunca me han pedido
que deje de ser andaluz, ni me han educado pensando que Madrid es diferente al
resto de España, por otro lado tampoco lo habría permitido.
Si mi padre
hubiese permitido mi adoctrinamiento por no enfrentarse a nuestros empleados
los políticos, probablemente sería lo único que no le perdonaría. De todos los
bienes que me ha concedido la Vida, el único al que no quiero renunciar es mi
libertad, no la de ser diferente sino la que indica que soy miembro de la
Humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario