Hacen campañas diciendo lo que queremos
oír, peleándose e insultándose, contándonos todos los cotilleos, mentiras y
verdades, de lo que le resta votos a los demás, callando todo lo suyo para engañarnos
y conseguir llegar al poder.
¿Cómo pueden ser representantes de los
votos conseguidos, si los consiguen con mentiras?, qué valor tienen los votos
de gente adoctrinada, qué podemos hacer los ciudadanos, si nos dicen que trabajaran
por nuestro bien y por la nación, y solamente piensan la mano con la que son más
hábiles, en el poder y sacar lo que pueden sin pensar en lo que necesita el
pueblo.
Unos no quieren pasar de la abstención,
otros no pactarán nunca con otros, las minorías quieren que se hagan sus planes
y sacar el máximo, pero no para los ciudadanos. No quieren vender sus ideales,
que nunca han sido puestos en práctica y que son simples ideas, que no se sabe
si funcionarán.
Otros quieren complacer a todos, dicen
lo que cada uno quiere escuchar. Me pregunto si es que el diccionario que tengo
y que dice que un político, es un servidor público, no es el mismo que compran
ellos, porque es parecido, pero no lo mismo: “Político es quien se sirve del público, del pueblo, de los ciudadanos,
de los tontos que confían en ellos, en lo que dicen”.
Estamos en una situación en la que tendrán
que decidir entre el poder, el ponerse por encima, en imponer sus ideas, o
verdaderamente harán su trabajo de servir al Pueblo. No es momento de ideologías
y fobias, sino la de tener dignidad y profesionalidad.
La verdad es que no tengo la mínima
confianza en ellos, al menos es lo que me han demostrado una y otra vez, no son
de confianza.
Recuerdo lo leído, lo escuchado y lo
visto acerca de los grandes idealistas, cuando había alguna extraña persona,
que realmente creía. Siempre fueron fagocitados por los políticos, que no
solamente pusieron la cara de los idealistas, para recibir el guantazo por las
tropelías cometidas por ellos, en el servicio al pueblo y trabajar para
conseguir lo mejor para él, pues ellos los políticos se fueron con los ideales
y con la honra y el patrimonio del pueblo.
No obstante siempre hay una primera vez,
al menos para España, donde los políticos no recuerdo en ninguna época que se
hallan ganado el nombre, de ser llamados políticos.
Qué podemos hacer, sino confiar en que
por una vez sean capaces de en lugar de la sociedad que ellos pregonan,
trabajen para conseguir lo mejor en la situación que tenemos. No tenemos una
situación de prometernos cosas, sino de dirigir nuestro esfuerzo para salir de
la situación.
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