Cuando hablamos
de tener salud, indudablemente no nos referimos a la salud, sino a la buena
salud. No tratamos de entenderla o saber qué es la salud, sino que pensamos
inconscientemente en el desterramiento de la mala salud, que es la mitad de la
salud que no nos gusta.
Olvidamos algo
tan simple como el Yin y el Yang, la dualidad eterna, que no puede ser destruida.
Pese a ello, lo único que nos interesa es la erradicación de la salud llamada
enfermedad, renegamos, buscamos soluciones en médicos, curanderos, naturales,
homeopáticos, ejercicio, dietas, milagros, Dios, no importa el medio si
logramos erradicar la enfermedad de nuestras vidas.
Mi idea es
que no puede ser erradicada, que siempre será la mitad de la salud, así se lo
he intentado explicar a quienes han venido con sus problemas. El mío es
conseguir dinero suficiente para pagar mis necesidades, para lo que doy
masajes, el de ellos es no crear los conflictos ni las enfermedades, para lo
que tienen que cambiar su actitud y relación con las circunstancias de su vida.
Recuerdo que
mi Maestro nos decía, que echásemos nuestros problemas en su saco sin fondo,
donde desaparecían. Yo les he explicado, que si con una mano echamos cosas en
una bolsa y con la otra las sacamos, independientemente del tamaño de la bolsa,
según la velocidad de una mano en relación a la otra, solamente es una cuestión
de tiempo el que la bolsa se llene o se vacíe.
Si una
persona o medicina, nos quita una cantidad de lo que acumulamos en nuestra vida
diaria, dependerá de lo que nosotros acumulemos cada día, el que nuestra
enfermedad explote, se mantenga o se cure. No es cuestión de la calidad del medicamento
o del médico.
Es por ello,
que depende de lo que no vivimos, de lo que guardamos, de lo que no hemos
asimilado, de nuestra actitud, de la forma en la que nosotros manifestamos lo
que somos, lo que estamos acumulando innecesariamente en la bolsa de lo que
somos, cosido su fondo a conciencia, para que nada se pierda. No importa a la
velocidad que las circunstancias, las personas, o convivencia con el entorno
nos liberen, siempre es lo que almacenamos lo que hará explotar o vaciará
nuestra bolsa. Podemos encontrar el equilibrio, mantenerla siempre igual, pero
es un trabajo inútil, eterno, que no nos llevará a alcanzar ninguna de nuestras
metas o la felicidad, más allá del conformismo.
La mejor
manera que yo he encontrado de no almacenar cosas innecesarias, ha sido la
aceptación, simplemente dejar que las cosas sean lo que son y que sigan su
propio camino. Tarde o temprano y a su debido tiempo, las cosas continúan su
propia existencia alejándose en la infinitud del Universo de la mía.
Al aceptar,
todo exactamente o lo máximo posible como es, hemos cortado el fondo de la
bolsa, por lo que todo cuanto se introduce en ella, cae en el Universo Infinito,
en la Libertad. Todo cuanto se extrae de la bolsa, pertenece al Universo, a la
Vida donde la bolsa que somos, usa y retorna todas sus circunstancias, sin
almacenar lo innecesario, permitiendo, que en la bolsa lo único que permanece
es la propia bolsa, que es en cada instante simplemente lo que es.
En ese
momento la salud, es Absoluta, con su mitad Yin y su mitad Yang, en la que lo
que se extrae o introduce, no está en una bolsa, sino en la Seidad. No hay
distinción entre la buena o la mala, entre salud deseada y enfermedad, porque
hemos aceptado no que las cosas sean algo separado de nosotros, sino que
nosotros somos cuanto la bolsa es.
Cuando hay
enfermedad somos enfermedad, cuando hay otra salud somos esa salud, porque
cuanto hay en la bolsa, eso es lo que somos y aceptamos. Es en lo que
permitimos o no sabemos manejar, lo que hace que la salud, que es Infinita en sí
misma, manifieste uno u otro aspecto, siempre cambiante siempre manifestándose
en la impermanencia.
Pero la bolsa
vive en la dualidad, por lo que bastaría cambiar el contenido para que la bolsa
cambiase lo que aparenta ser. Pero nuestra Realidad, es que somos “Bolsas sanas
o enfermas”, en las que lo que tiene que cambiar es la propia bolsa, no lo que
contiene, porque afortunadamente nosotros no podemos guardar nada siendo una
bolsa sin fondo, que recoge y devuelve a la Vida, por eso lo fácil es cambiar
nosotros, manifestando la bolsa que queremos ser.
No destruyamos
la mala salud o la enfermedad, manifestemos la mejor salud, la de la propia
Vida, que solamente manifiesta: ser Felicidad.
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