PIENSO, LUEGO REPITO

          En mi ignorancia, nunca he entendido, por qué la gente cree, que ser de izquierdas es: ver, criticar y lanzar a los cuatro vientos todo lo malo y todo lo malo que se inventa de la derecha, lanzando además improperios e insultos, a cuantos osen decir que tienen ideología de derechas.

          Tampoco he podido saber, el por qué la derecha solamente pregona lo malo de las izquierdas.

          Parece, que lo que desean es que mejoren los contrarios y destruir su propia ideología.

          Al menos, yo prefiero criticarme para poder mejorar, que ver lo de los demás. Pensando que todo lo hago bien, no viendo lo mío u ocultando mis errores, culpando a los demás.

          Debe ser cuestión de políticos. Que escuchando en los debates o en sus entrevistas, bastaría con escuchar una opinión, para saber las de todos. No sé, si porque no tienen opinión, o el ordenador central transmite las respuestas por satélite o USB  incorporado en el político.

          Siempre había pensado, que para ser político, hacia falta haber estado escolarizado dos años al menos, que pienso debería ser suficiente para tener opinión propia y que pudiésemos distinguir en un mismo partido, que hay varios, al menos más de uno.

          Con el dinero que se gasta en políticos, si ponemos a los ordenadores centrales y hacemos un programa que vea todas las opiniones y sepa sacar un resultado medio, no sé cuanto dinero podríamos ahorrar, pues sería solamente la electricidad y uno que tradujese en formato de voz, las conclusiones del ordenador final.

          Pero viendo cómo el pueblo sigue los mantras políticos, podría ser que el problema lo tengamos en el método de enseñanza, que hace que lo importante para tener un título sea: Memorizar lo que nos han dicho, las formulas, las reglas de la gramática y sobre todo, no cometer el error de pensar por ti mismo, sacando conclusiones que solamente te llevarán al suspenso social.

          Es triste ver a los independentistas, tras los que les han robado todo el tiempo.

          A los de cualquier partido, siguiendo a los que lo han hecho todo bien y rechazando a los que lo hacen todo mal.

          Pero todos ciegos, sin opinión propia, repitiendo mantras y lejos de aceptar cualquier responsabilidad propia, sin pensar que pueden crear algo mejor y teniendo la dignidad de pedir poco y hacer más.