Quizás, en lo
que mayormente gastamos el tiempo que vivimos, es en arreglar la Vida. Este
esfuerzo sobrehumano, nos lleva a que apenas podemos vivir, ya que la mayoría
de la gente se esfuerza por hacer lo incorrecto, lo que únicamente sirve para
hacernos la vida más difícil.
Chávez, Maduro
y la mayoría de los dirigentes de izquierdas y revolucionarios, culpan a los
demás, a los otros países y dirigentes que son las fuerzas del mal, por no ver
su propio: saqueo, latrocinio, inoperancia, ignorancia, y que realmente el único
resultado posible con su hacer, es la ruina y el odio entre el pueblo.
Los de
derechas y centro, culpan a los mercados, la coyuntura o cualquier
circunstancia que pase por allí, por no hablar de su: saqueo, latrocinio,
inoperancia, …..
Los movimientos
liberadores, son los que esclavizan, roban, saquean, controlan y solamente
tratan de ser gobierno, para actuar lo mismo que los anteriores.
Los movimientos
antiglobalización, los defensores del pueblo, del proletariado, se ponen sus máscaras
y salen a la calle a quemar contenedores, romper cosas, saquear tiendas, pegarle
a los cuerpos de seguridad, quemar cosas y pasarlo bien y poder contarlo y
ponerlo en Internet.
Lo único que
tienen en común es que todos ellos están constituidos por gente, lo que hacen
está realizado, programado, pensado y organizado por gente. Es un grupo que
tiene razón, enfrentado a otro grupo que tiene razón.
El resultado
lo vemos a diario: “Guerras,
migraciones, muertes inocentes, hambre, odio, pobreza, desesperación”. Ante
esta situación, intentamos ayudar a los que sufren más y dar de comer a los que
no tienen, tratamos de dar cobijo y hogar a los que son expulsados de sus
casas. Algo que es muy cristiano o de cualquier otra religión que se base en el
principio de hermandad y amor, pero que no corrige el origen de culpar a los
demás.
Los gobiernos
culpan a los demás, porque en el pueblo se culpa a los demás, porque en las
familias se culpa a los demás, en la amistad, la vecindad, en cualquier grupo
desde una persona para arriba: “La culpa
de lo malo la tienen los demás”.
Tiene que
llegar el día en que la culpa sea de la gente, de nosotros, de los que no hemos
conseguido manifestar la vida como personas. No importa quién tiene razón,
porque todos la tenemos, de la misma manera que la razón no es de ninguno. Una
decisión equivocada apoyada y realizada por todos, daría resultados positivos. Mientras
que una decisión correcta, aceptada, incluso apoyada por todos y realizada por pocos, puede
dar resultados negativos, porque no importa lo inmediato, que incluso podría
ser positivo, en el tiempo nacería el rechazo de los que hacen, creando el
conflicto.
Hace años
escribía un poema, acerca del origen de la guerra, que podría ser utilizado
para cualquier sentimiento de competencia o insatisfacción:
Porque
si acaso la guerra no es/ la lucha que no sabemos comprender/ contra quién
debemos hacer,/ que alegría tan grande tendré,/ pues al fin los motivos veré,/ que
para matar hemos de tener.// Que necia razón sería/ si al fin viera,/ que el
hombre hacía / lo que en él no podía,/ contra los demás guerra;/ que necia
razón esta.
Ver que para
poder sentir satisfacción, aceptación, amor por nosotros mismos, es necesario
que dominemos, que nos veamos por encima, que ejerzamos nuestra falta de autoestima
en exigencia a los demás. Que podamos asesinar, matar, robar, destruir el mundo
que nos rodea, simplemente por no saber amarnos, por no tener autoestima, por no
sentir y hacernos responsables de lo que somos.
Tenemos el mundo, la vida, la sociedad
que hemos creado, no podemos arreglar a los demás para conseguir la vida que
deseamos, no podemos exigir a Dios o un gobierno que nos creen y obliguen a vivir
como deseamos. Nuestra Libertad implica, que no hay más creador de lo que somos y manifestamos en nuestro entorno que nosotros.
En el mitin de Maduro culpando a los
demás de la pobreza y hambre de Venezuela, había mucha gente que no parece
comer poco o tener que esperar la cola para comprar, si es que queda algo. Si buscase
en la gente que le rodea, podría encontrar lo que ha desaparecido. Pero el
problema está en la gente que le sigue, dispuesta a matar por imponer unas
ideas, porque no hay nada peor, que un grupo de borregos quiera vivir como
personas.
Pero no es solamente un país o un
gobernante, es en la relación de la pareja, donde hay que comenzar, es en la
relación con nosotros mismos donde hay que comenzar, porque es en el autorrespeto,
en el respeto individual de uno mismo, donde hay que cimentar el respeto de la
sociedad, de la convivencia en la Tierra y cuanto existe en ella.
Si seguimos queriendo arreglar los
problemas creados, si seguimos culpando a los demás, nuestro futuro será dejar de
ser “gente”, no para ser personas, sino para bajar otro escalón evolutivo, alejándonos
de nuestra meta la Humanidad.
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