¿Cuántos
de nosotros iríamos a practicar con un Maestro, cuya enseñanza fuera la
responsabilidad, que en su práctica el Camino enseñado o aprendido fuera el de
la responsabilidad?.
Nos
atrae la Meditación, el aquí y ahora, la sabiduría, el fluir, los viajes
astrales, el tercer ojo. Bien sea el avance espiritual, los poderes psíquicos, la
tranquilidad, o cualquier otra cosa de la que a menudo nos dicen que podemos encontrar
en la Meditación o en cualquier otro tipo de prácticas, es como un imán para
nosotros, que nos sentimos atraídos por esforzarnos en una práctica que nos
proporcione esas metas.
En
la Vida la Responsabilidad es algo que no se manifiesta, por ser Una, solamente
puede ser Vida.
En
cambio en el vivir, en la manifestación, al mismo nivel que el Amor, es
necesaria la Responsabilidad. El Amor no necesita ser responsable, porque al
entregarse y aceptar absolutamente, ya es Responsabilidad de Ser lo que ama o
es amado, por no poder discriminar.
Nosotros
siendo Amor, no somos capaces de manifestarlo en su totalidad y estamos
aprendiendo manifestando el sentimiento de amar, que al ser dual crea automáticamente
su opuesto de indiferencia, desprecio, odio o simplemente desamor.
Mirando
alrededor, vemos a diario cómo buscamos y hacemos responsables a los demás,
pues nosotros lo que tenemos son derechos.
Sin
intentar exculpar a nadie, vemos en los juicios que hay por lo del Madrid
Arena, nadie habla de la responsabilidad de los jóvenes que falsifican el
carnet o entran sin tener la edad, o de los que estaban en el botellón y
entraron sin pagar, o los que vieron la gente que había y no llamaron a las
autoridades, solamente miramos la responsabilidad de los que tienen que
controlarnos, vigilarnos para que hagamos lo correcto. Vender más entradas, no
tener los medios adecuados, o no ejercer sus responsabilidades, no es óbice
para que olvidemos y no ejerzamos las nuestras.
Los
menores de edad siguen haciendo botellones, reuniéndose aglomerados en locales
cerrados, quedándose dentro con las puertas cerradas, si algún día sucede algo,
los padres culparán a los demás, sin mirar la responsabilidad propia y la de
sus hijos.
Vemos
como hay personas que apoyan a los dictadores, los políticos corruptos, las
mafias, los terroristas y otros que han educado y creado la personalidad de
personas sin opinión propia, sin personalidad capaz de diferenciar entre lo que
es correcto y lo que no. Vemos a otros que incapaces de defender su posición en
la Vida, huyen exigiendo los derechos donde van, queriendo encontrar lo que
nunca crearon en sus lugares de origen.
Hemos
dejado que adoctrinen a nuestros hijos cuando son niños, solamente somos
capaces de seguir a alguien, creemos que es porque es lo natural, pero la Vida
es la individualidad, la integración de las individualidades, en la que
solamente existe la responsabilidad de ser y ejercer lo que cada individualidad
es para la armonización de la individualidad donde está integrada.
El
que pasemos de gente a personas, de personas a buenas personas, de buenas
personas a humanos y podamos crear la Humanidad, no es una cuestión de política,
de guías, de leyes que nos obliguen a un buen comportamiento social, no son las
filosofías, las religiones o que alguien venido desde algún planeta de otra
estrella no ilumine. Es simplemente olvidar los derechos y ejercer nuestra
responsabilidad individual como embriones humanos.
Es
el funcionamiento del Universo, ser simplemente lo que se es, naciendo el
equilibrio que creamos con nuestras acciones u omisiones. Pero no es una cuestión
de los demás, incluso cuando se tiene razón, hay que mirar la responsabilidad
propia.
Alguien tira unos neumáticos en un descampado, pero para que haya millones, tenemos que
ser muchos los que lo hemos hecho, probablemente alguno de Seseña, Valdemoro o
sus cercanías, también los ha tirado, alguien les ha prendido fuego, pero el
que tengamos un problema y necesitemos encontrarle solución, ha sido por la
irresponsabilidad de los que los han tirado, que hemos sido muchos, nos
ahorramos unos euros, que ahora ha habido que gastar con intereses. Porque la
irresponsabilidad solamente crea problemas y gastos, no solamente económicos,
sino de convivencia y respeto.
En
el “Último Samurai”, perdieron la guerra y murieron, pero ante todo conservaron
su Responsabilidad, siendo samurais mientras vivieron, muriendo como samurais
al morir. Los que ganaron fueron los que no respetaban su palabra, los que no
tenían honor, los que solamente pensaban en ganar imponiéndose a los demás,
olvidando que la responsabilidad de crear la Humanidad es la única que la Vida
nos ha dado.
No
se puede amar a nada, ni nadie, sin responsabilidad, somos los responsables de
lo que somos, somos los responsables de instaurar la Humanidad, en esa convivencia
en la que todos funcionamos en Unidad, es posible solamente desde la Responsabilidad Individual.
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