Es difícil
aclararse, con las definiciones que algunos entienden de las palabras, menos
aún cuando la defienden en aras de la democracia.
Que unos
indeseables pongan bombas para asesinar indiscriminadamente, sea entendido por
los gobernantes de los asesinados como libertad de expresión, recibiéndolos en el parlamento.
Que: quitar,
esconder, insultar, prohibir, quemar los emblemas del país al que pertenecen y
que desean seguir perteneciendo la mitad de sus conciudadanos. Políticos cuyo bienestar y
libertad son pagados para preservar los derechos del pueblo sin tomar partido, tratando a todos por
igual, sin discriminar por sus ambiciones de poder, su adoctrinamiento y opinión propia sea llamado libertad de
expresión, parece que solamente una persona incapaz de ser honesta puede
hacerlo.
Que tengan
que cambiar el nombre de sus siglas, en nombre de las cuales deberían cuidar del bienestar de todos los ciudadanos, simplemente por haberles robado,
que dejen de pagar a las farmacias y necesidades de los ciudadanos para pagar
sus fanatismos, a sus amigos, correligionarios y a quienes les aplauden sus
ambiciones, sea llamado libertad de expresión y alguien lo comparta, parece que
será por algún beneficio.
Que un club
de deportes, que aporta jugadores a la selección española, en muestra de
democracia y libertad de expresión, a niños procedentes de diferentes
ideologías y de otras procedencias regionales, cuando tienen aproximadamente
ocho años, les prohíban o no permitan que salgan a escuchar el himno de España
en un torneo internacional, más que libertad parece adoctrinamiento y abuso de poder,
que esto se haga en la Masía que presume de enseñar valores humanos y a ser
personas de bien, cuando menos parece acercarse demasiado a la enseñanza
hitleriana.
Que un club
deportivo olvide el respeto que les debe a sus socios y simpatizantes, para
poco a poco adoctrinar a los jugadores en una ideología política, que es lo
menos deportivo, cuando menos sería para que sus directivos fueran despreciados
y expulsados del deporte. Porque tienen más seguidores apolíticos que
adoctrinados.
Que a los
seguidores de otra ideología o equipo, que quieran entrar a un evento deportivo
en su estadio, les prohíban entrar con una bandera española, porque puede herir
los sentimientos de algunos de sus adoctrinados o que realmente son independentistas
desde la verdad de la historia o sentimientos, es menospreciar su espíritu
democrático el pensar que se volverán violentos. Más aún se les menosprecia al
estar seguros que el resto de españoles, los que no son demócratas aceptaran
unos emblemas en un trapo al que llaman bandera, sin volverse violentos. Es
algo que me hace dudar de lo que piensan esos directivos y políticos que es
democracia y libertad de expresión: “Los
suyos se vuelven violentos y no aceptarán otra ideología aunque sea mayoritaria
y la amparada por la ley, en cambio los que no son democráticos y tolerantes,
aceptan algo que no es constitucional y es de una minoría”. Al parecer no
hemos entendido su sabiduría o su torticerismo.
Hubo jueces
que permitieron la libertad de expresión de Adolfo, la consecuencia fue el
adoctrinamiento de las masas y una guerra mundial. Hay una ley en el deporte
que es la de unir a las personas en su competencia, tratar de triunfar combatiendo
dignamente, con honestidad y respeto al contrario. Tratar de introducir en el
deporte la separación, no respetar al contrario, independientemente de lo que
diga alguien que no sabe de deporte, no es aceptable, ni de personas de bien.
Cuando un
rebaño sigue a un cabestro que solamente piensa, en encontrar pasto para él, o
sentirse maestro porque todos le siguen, no es tener opinión propia, cuando
alguien nos adoctrina hasta gritar en grupo con cuatro años: “independencia”, en una guardería, cuando nos dan un silbato para
que pitemos al sonar la música, cuando nos dicen que no respetemos las leyes, cuando
nos dicen que no hay que respetar las opiniones de otros, que nuestra opinión
es la única, nos están adoctrinando. Cuando hay “kale borroca” casi infantil,
cuando una persona es capaz de poner bombas para asesinar sin sentir
remordimientos, cuando gente que ha estudiado puede hacerse yihadista o
terrorista, es porque han sido adoctrinados.
Mi Maestro no me enseñó nada, me dejó
libertad para vivir con mi opinión, porque solamente hay una manera de poder
ser merecedores de ejercer la libertad de opinión y es, poder elegir desde el
conocimiento. Cuando hemos recibido una educación para conseguir unos fines,
cuando nuestra opinión es lo que nos han enseñado, cuando no respetamos a los
demás, cuando repetimos los mantras que nos han dicho, es adoctrinamiento.
Durante años los que más han robado,
han sido los que ambicionan ser el poder único para no rendir cuentas de sus tropelías,
no importa cuantas votaciones o referéndums
necesiten, porque seguirán manejando los medios de información y adoctrinando
desde la infancia, para conseguir la separación y confrontación del pueblo, por
lo que tarde o temprano conseguirán adoctrinar a la mayoría, para convertirse
en el único poder en una dictadura democrática, en la que la opinión será homogénea.
No hay nada como ser cabestro, no
importa que no sepas donde vas, todos te siguen.
Afortunadamente el que mi Maestro no
me enseñara, es lo que me permite tener Libertad de Expresión, porque puedo
estar equivocado, pero es la opinión que he elegido o alcanzado libremente.
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