Publicaba Lucía ayer una frase
del Maestro Po de la serie Kung-Fu. Se puede decir que estas frases son esencia
del pensamiento Zen, que nos transmiten el espíritu en el que se manifiesta la
unidad con el Todo en las vicisitudes diarias,
en los pequeños detalles que deberían manifestar el Universo que somos en unión
con el Universo que creemos ser. La frase es sobre la naturaleza de la
violencia, y su oposición con el combate, con la lucha, existente en el espíritu
de las artes marciales: "El que es
uno con la naturaleza, aunque el cuerpo luche no hay violencia. Y en aquel que
no es uno con la naturaleza, aunque el cuerpo repose, hay violencia".
Son frases
que podemos leer de manera más o menos filosófica en casi todas las grandes
enseñanzas, en el Bagabad Gita, cuando Arjuna pregunta: “¡Oh, Krishna! ¿Por qué matar a mis propios familiares en el fragor
de la batalla?, No veo ninguna gloria en ello. No tengo deseos de victoria. ¡Oh,
Krishna! Ni siquiera por el reino y todos sus placeres. ¿Cómo podemos querer un
reino, o sus placeres o incluso la vida?
Krisna le dice a Arjuna, que
cumpla como guerrero de Brahma marchando al combate, con estas palabras: “Es indigno de un noble como tú dejarse
atrapar por el desaliento en el momento de la lucha. ¿Cómo es posible? Esto no
te hará ganar ni el cielo ni la tierra…
15. El hombre que no es afectado por los
sentidos; ni por el placer ni por el dolor, éste es merecedor de vida eterna.
16. Lo irreal nunca ha existido; lo Real nunca
ha dejado de existir. Con certeza, esta verdad sólo la han podido entender los
auténticos buscadores de la verdad.
17. El
Espíritu es indestructible e imperecedero; todo lo penetra. Nadie puede
destruir ese Ser Inmutable.
18. A pesar de que estos cuerpos tendrán un
fin, habita en todos estos cuerpos, mas está más allá del tiempo: el Espíritu
es inmortal e infinito. Así pues, ¡participa en la lucha, noble guerrero!
31. Por esto, piensa en tu deber y no dudes. No
hay mayor honor para un guerrero que participar en una lucha por el
restablecimiento de la virtud.
32. ¡Oh, Arjuna! Hay una batalla que ganar
antes de que nos sean abiertas las puertas del cielo. ¡Felices son aquéllos
guerreros cuya actitud es participar en esa guerra!
33. Y no luchar por la justicia es traicionar
tu deber y tu honor; es despreciar la virtud.
47. Concentra tu mente en tu trabajo, pero
nunca permitas que tu corazón se apegue a los resultados. Nunca trabajes por
amor a la recompensa, y realiza tu trabajo con constancia y regularidad.
48. Realiza tu trabajo en la paz del Yoga,
lejos de todo deseo egoísta; desapegado del éxito, tanto como del fracaso. La
paz del Yoga es estable y permanente, pues trae equilibrio a tu mente.
51. Los sabios conocedores de la auténtica
sabiduría ejecutan su trabajo desapegados de su recompensa. Y libres así de la
esclavitud al nacimiento, obtienen con seguridad la salvación.
4. El desapego en la acción
no es alcanzable mediante la pasiva inactividad. Ni la suprema perfección es
alcanzable por la mera renuncia.
Solamente puede
ser destruido lo que ha terminado su manifestación en la Vida, lo innecesario,
lo que de una manera u otra ya ha concluido su manifestación y el medio por el
que será realizado es lo que tiene que ser determinado.
En la Biblia están
las luchas sangrientas del establecimiento de Israel, la lucha por la tierra
prometida con las tribus que las habitan.
Son las
enseñanzas del espíritu del guerrero, su actitud, su estado emocional y mental,
su hacer. Nos hablan estas enseñanzas de cómo debemos enfrentarnos a la lucha
entre el bien y el mal, con nosotros mismos y nuestra dualidad, no son batallas
contra algo sino a favor de algo, en defensa de algo, porque el guerrero lo único
que no le está permitido en su Espíritu es atacar.
Es la Tierra joven que en su
emocionalidad no permite la vida en ella, en la vorágine de sus volcanes que
mantienen su corazón y su apariencia incandescente. Es el volcán que rodeado de
gente justa, las circunstancias del Universo le llevan a la erupción de lava, que
termina con las vidas de los justos. La lluvia acumulada en las nubes que
repentinamente destruye lo que riega.
Es la Seidad del Universo, siendo uno con Él, el espíritu del guerrero, es el no combatir, sino
manifestar al Todo en su acción. No hay una lucha entre el bien y el mal, no
existe deseo de resultados, no hay un contrario con el que combatir, no puede
existir ni tan siquiera el guerrero o su espíritu.
En nuestras guerras queremos implantar
la justicia, erradicar el mal, imponer el bien, todo ello hace que la lucha sea
la: del ego, de la separación, la discriminación, dando origen al odio, la
venganza, el deseo.
En el Espíritu del Guerrero, solamente
existe la trascendencia de la dualidad, no hay bien y mal, no hay otro con
quien luchar, ni tan siquiera un “yo” que tenga el Espíritu del Guerrero, por
ello no hay combate o lucha en la acción, porque solamente es la manifestación
en el Ahora del Todo, es la manifestación de la Armonía de la Nada, del Vacío,
es la manifestación de la Vida más allá de la percepción de Existencia de algo.
Ser uno con la Naturaleza, con el Tao,
con la Vida, es el “Espíritu del Guerrero”, donde no existe la acción, donde no
hay manifestación del Karma, porque no hay separación de la dualidad, solamente
la manifestación de la Vida en el Ahora Eterno.
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