Escuchando
parte de la charla de Pedro Sánchez tras la reunión con Rajoy, y las primeras
preguntas y respuestas. Lo único que me ha quedado en la retina, es la sonrisa
de los palmeros que habían tras él dándole soporte.
El
socialismo ha dado grandes estadistas, incluso cuando han estado equivocados,
ha dado grandes parlamentarios con facilidad de palabra y sin perderse en la verborrea.
En
nuestros días, ha conseguido un secretario general y una ejecutiva joven, donde
se encierra todos los grandes tesoros de la juventud: Decisión, aceptación del
riesgo, imprudencia, confianza de que todo saldrá bien pues siempre tendremos a
papá, nuevas ideas no contrastadas, arrogancia y desgraciadamente prepotencia. Hay muchas cosas buenas en la
juventud, que apoyada en los ancianos, que no viejos, escuchando lo
suficiente pueden conseguir grandes cosas, que la veteranía nunca conseguirá
por la falta de fuerzas y exceso de conocimiento. Para meterse donde no sabemos
si habrá salida, siempre es mejor la ignorancia.
Lo
que me llama la atención, no es su juventud y su apoyo absoluto al Secretario
General. Me la llama, el que aparte de sonreír, no aporten una opinión propia,
que solamente sirvan para repetir y apoyar lo que les dicen, que entre tantos, incluido el Secretario
General, o mezclándolos a todos en uno, no halla suficiente para armar un político mediocre.
Es
una pena, que tengamos que escuchar a unos políticos, que por lo que nos
cuentan, piensan que todos somos gilipollas. Podría estar equivocado, o puede
que lo estén ellos en la forma de hablarnos, en la manera en la que nos quieren
engañar, en lo que dicen, en cómo lo dicen, en lo que callan, en lo que dicen
no recordar, en lo que recuerdan.
Si
solamente fuese el problema de un partido, o de una de las dos manos, o del
centro, tendría esperanza de que al final saldrían adelante, que serían capaces
de ayudarnos a estar orgullosos de ser españoles. Pero no se salva ninguno, si
les escuchamos y confiamos en ellos, es por nuestra ignorancia y dejadez, o
porque oímos sin escuchar. Si dudamos, ¿Cómo vivir gobernados por semejante
atajo de inútiles, y sentir orgullo?.
Nos
lo ponen difícil, tener ganas de escucharles, de votarles, de trabajar para
conseguir lo que proponen, sacrificarnos por conseguir mejorar este país, que
tengamos confianza en que saldremos sin tener que hacer cortijos
independientes, donde el amo sea el que roba y nos engañe, o que tengamos que desear que Europa y políticos de verdad nos hagan una colonia de cualquiera de los demás
países.
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