A lo largo
de nuestra vida, hemos tratado de vivir con los pies en el suelo. La realidad
es que con nuestro esfuerzo por hacerlo, hemos conseguido vivir: “En la discriminación,
la ambición, la corrupción, el deseo, la irresponsabilidad, la necesidad, y demás calles del barrio del Infierno”.
El origen
del error siempre es la ignorancia, no por falta de información, sino por la
interpretación de los datos y la necesidad de entender lo que nos explican.
Hubo un
tal Job, cuya historia cuenta en un Libro, que tenía cuanto podía desear,
suficiente toda su vida. Riquezas, hijos, casa lujosa, donde todos eran bien
venidos, pudiendo coger y usar cuanto deseaban, pues Job siempre tenía
suficiente. Poco a poco todo lo que nunca había poseído, se lo fueron llevando
los que venían, creyendo que al no ser de nadie, podrían poseerlo ellos. Sus
hijos, las riquezas, las casas, los sirvientes, que nunca tuvieron amo,
comenzaron a tenerlo, cuando le preguntaron a Job, este simplemente contestó levantándose
y rasgándose las vestiduras que usaba: "Desnudo salí del vientre de mi madre. Sin nada
volveré al sepulcro. Dios me lo dio, Dios me lo quitó. Bendito sea Dios".
Siguió teniendo lo mismo que había tenido siempre: “Nada,
Suficiente”.
Shakyamuni
era un príncipe, cuyos padres poseían grandes riquezas, incluso un reino, que deseaban
que fuera de su hijo, el heredero de todo cuanto poseían. Pero el deseo del
joven príncipe era tener suficiente. Un día en las penumbras de antes del
amanecer, se marchó para ser un renunciante, tratando de no poseer nada,
luchando por ser pobre, un simple mendicante.
Un día vio
que le sobraba la pobreza, la renuncia, que de nada le había servido luchar por
tener suficiente, si lo había conseguido por el deseo, porque todavía era
poseedor de la renuncia, de la pobreza, del deseo de ser alguien que vivía de
la limosna de los demás.
Fue cuando
comprendió que tener suficiente, es simplemente no-tener. Se dio cuenta
entonces de lo que le habían enseñado las escrituras, los Maestros.
La vida es
Vacío, no por elección, sino porque es donde puede existir Todo en Libertad. Cuando
Todo existe, siendo lo que eres, nada puede perderse, nada puede ganarse. No puedes
desear nada, pues nada existe fuera de ti, nada existe dentro de ti, porque
sigues siendo Vacío, donde lo único que puede existir es: El Amor, la Aceptación,
la Libertad.
Como decía
Job: “Vacío nací, del vientre de mi Madre la
Nada. Universo Vacío soy mientras Vida. Vacío en la Muerte. Dios se manifiesta
en mí, Dios se in-manifiesta en mí. Existiendo en Suficiente”.
Decía Jesús:
“Da al Cesar lo
que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”.
Si permitimos
que cada cosa pertenezca a su naturaleza, todo existiría en la Libertad, en el
Amor, nada podría ser poseído, nada podría perderse, sería el momento de
manifestarnos en el Suficiente de ser lo que somos. De poseer lo que podemos
poseer siendo Vacío, “Ni tan siquiera a
nosotros, pues lo que somos, lo es en Libertad”.
Hemos tratado
de ocultarnos, de ignorar lo que somos, viviendo en la ignorancia, tratando de
pisar en el polvo, de vivir a ras del suelo, con “los pies en el suelo”, con
nuestros deseos e insatisfacciones.
No pudiendo
perder o ganar nada, manifestando nuestra Naturaleza de Libertad, donde nada
puede ser poseído, solamente hay una manera de vivir, teniendo suficiente,
felices con “Los pies en el Cielo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario