San Juan, Capítulo 14
9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que
estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha
visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?
10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las
palabras que yo os hablo, no las hablo por mí mismo, sino que el
Padre que mora en mí, él hace las obras.
Buscamos saber
quién somos, nuestra realidad, la Verdad de lo que Es, cada Individualidad,
cada Todo, el Absoluto. Quien quiere creer en Dios, debe creer en Él. Pensamos que
Jesús siempre habla de él mismo, pero en realidad habla de lo que ha
experimentado, ha encontrado que su realidad es la de ser Uno con el Padre,
todavía le queda la entrega de cuanto es, de alzar su propia noción de ser, su
ego, en la cruz, para el nacimiento del Espíritu Crístico, entregando a Jesús
al Padre.
6 Jesús
dijo: “Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene
al Padre sino por mí”.
En ningún
momento dice que los demás no lo son, que no pueden realizar el mismo
descubrimiento que él. Todos tenemos que llegar viendo al Padre en cuanto nos
rodea, en él, en el “él de sí mismo, en el
yo, no en el Él de Jesús solamente”
Dice San
Pablo, que: “Ser cristiano es ser uno en
Cristo”, cuando Jesús dice: “soy la Verdad y la Vida”,
no por ser Jesús, sino porque: El que me ha visto a mí, ha visto al Padre;
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mi? es lo que ha
experimentado lo que le lleva a saber más allá de toda duda, “lo que es la
Verdad”. Yo soy la Verdad, Yo soy la Vida, no Jesús como individualidad separada, porque ser Uno en el Padre, no anula su individualidad de Jesús, sino
que le permite ser Uno, al igual que cualquier manifestación de Vida. Nosotros
vemos esa unidad o individualidad, en separación, pero es eso lo que nos
permite verlas, encontrarlas, poder buscarlas, percibirlas, por eso nuestra
visión, nuestra percepción del entorno, de la Verdad es solamente desde el ego,
que es la única manera de poder encontrarla.
Jesús en su
experiencia, ve su propia individualidad formando un Todo con cuanto le rodea, percibe
que no es algo separado sino que su manifestación siempre es desde el Uno, la
Unidad. Cada manifestación de la Vida es un Universo completo, integrado por Infinitos
Universos, eres un Universo en cualquiera de tus realidades, en tu Verdad.
Pero no
existe la separación, 20 En aquel día vosotros conoceréis que
yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. La manifestación en Uno de la Vida, es que siempre es en
un Todo, incluso la dualidad no puede manifestarse, porque hay que crear las
matemáticas, para saber que en esa Individualidad existen dos mitades, algo que
no se puede realizar mientras sea Uno.
Nosotros buscamos
la Verdad, podemos encontrarla, la Verdad está en cada individualidad, no como
parte sino como Absoluta. Pero la que encontramos echa en falta al buscador, al
que encuentra, por lo tanto no puede ser percibida como completa.
Encontrar
la Verdad, solamente puede realizarse desde el planteamiento de: “Yo soy la Verdad”, no
podemos decir que alguien la ha encontrado, pues es algo que a nivel de
concepto sería imposible, tampoco es posible encontrar la mentira en oposición
a la Verdad, porque siendo la Verdad, Una, no admite dualidad, oposición. Es por
ello que la mentira “verdaderamente Es mentira".
No hay nada
que pueda ser mentira en lo que Es, solamente desde la comparación o
discriminación, podemos ver mentira en oposición a la verdad.
Percibimos diversas
verdades, siendo, que incluso media verdad, es la Verdad completa, por ser
media verdad. Lo irreal es verdaderamente irreal, viviendo y existiendo en el
Universo de la Irrealidad.
Buscamos la
Verdad, pero es lo que somos, encontrarla significaría poder decir desde lo más
profundo, más allá incluso del convencimiento absoluto: “Yo soy la Verdad”,
sumidos en el Silencio.
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