Estoy
escuchando al Sr. Pablo Iglesias en el debate de investidura, parece mentira
que mirando tanto alrededor, no vea su propio ombligo. Habla de todo lo malo
que hacen los demás, imagino que si fuese capitalista, culparía a los
trabajadores de no comprarles Ferraris y chalets a sus hijos.
Una persona
que supuestamente no pagaba todos sus impuestos, que ocupaba una vivienda protegida ilegalmente,
que apoya a los que suben el precio a los ciudadanos legales, al ocupar y no
pagar sus necesidades o ser subvencionados. Que defiende al grandioso dirigente creador de
pobreza en Venezuela y al democráticamente elegido Maduro, que por cierto no es
“más duros”, pues ha dejado sin pesetas a sus amados vasallos, o a Irán, o a
los hombres de paz de ETA, a los que imponen la democracia asesinando a los que
piensen diferente.
Arreglaría todo
al estilo griego, pidiendo dinero a los poderosos, a los ricos, a los bancos,
porque con lo que nos va a dar, no ha dicho quien va a pagar. Acusa a todos de
lo que hicieron, olvidando los vídeos que hay de lo que él quiere, una
democracia que seguiría el más puro estilo de los grandes libertadores: Stalin,
Castro, Chavez, Tsipras, o cualquiera que dé la libertad que él ordena, que
mantiene que todo pertenece al gobierno y lo reparte como le da la gana.
Dice lo que
se ha hecho, en parte es lo que ha sucedido, pero si el gobierno hubiese
mantenido el sueldo de mi padre, si el dinero que había en casa fuese el que
había, si a mí me dijesen lo que tengo que gastar, y el dinero que me dice el
gobierno que estoy obligado a gastar no lo tengo, alguien debería explicármelo.
España produce
de momento el dinero que genera, tenemos el nivel de desarrollo que tenemos y
el que comience a gobernar, tiene que hacerlo con lo que hay. Cuando alguien
promete y habla, puede que muy bien, con palabras y citas de gente que hablaba
bien, pero me enseña la patita, en lo que ha promocionado, en lo que ha hecho,
en lo que sus camaradas hacen y prometen, y la verdad es, que no ha visto o mirado nunca su
vida.
Habla de
corrupción, sin enterarse de lo que él hace, o lo que hacen los que le rodean. Habla
de democracia, olvidando sus ejemplos, sus defendidos, sus guías. Habla de lo
que se puede hacer, sin decir que el dinero se lo tendrá que pedir a los que está
denostando, puesto que España no lo tiene. Habla de administrar lo que tiene
España, viniendo de la Enseñanza, de la Universidad, que es un agujero negro
donde desaparece el dinero sin saber para qué ha servido. Habla de los
españoles y solamente defiende y apoya a los que incumplen la ley.
Es que
pregonar no es dar trigo, como dice el refrán. El Sr. Iglesia aparte de
demagogo, debe de tener mala memoria para lo suyo y los suyos. Como catedrático
o profesor de universidad, sabe poco de las miserias y asesinatos de todos los
dirigentes que le sirven de ejemplo para lo que le gustaría imponer en España,
pues no creo que nos dejase elegir, que en lo que pienso, es su entendimiento de
democracia.
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