Al parecer la buena sintonía de Pedro Sánchez,
con Podemos y los independentistas, tiene sus fundamentos.
Se aferra al sillón como Maduro, sin
escuchar sus fracasos, sus detractores, sus equivocaciones y su mirada fija en
el propio ombligo.
Cuando ve que le pueden quitar el culo del
sillón, al igual que los independentistas, clama por preguntar a los
adoctrinados, a los que votan tras solamente conocer los mantras inculcados,
careciendo de opinión fundamentada.
Como dice el refrán: “Dime de que presumes y te diré de lo que careces”, critica el Franquismo, pero si se le deja, se
haría la única voz que sería repetida por el pueblo. La diferencia es que él
solamente diría lo que Pablo y los independentistas le dijeran.
Al parecer si no gobierna él, tratará de
impedir por todos los medios que otro lo haga, si no puede ser el Secretario
General del PSOE, destruirá lo poco que ha dejado, un partido sin dignidad, sin
opinión, sin democracia y sin ideas.
No hay nada como un progresista demócrata,
para crear una dictadura.
La canción decía “O tú o ninguna”,
Pedro decía que el PP hacía las campañas de “O
yo o el caos”. Qué podríamos
decir de Pedro el Atilano, “O yo, o la
nada, donde piso no vuelve a crecer la vida”.
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