En el desarrollo de nuestra
cultura, de nuestra filosofía, hemos tomado por base, por meta, el
entendimiento y conocimiento de lo que deseamos alcanzar.
En la vivencia de la
Religión, hemos tratado de llegar a Dios, por el camino del conocimiento, de
entender su Naturaleza y su manifestación.
Hemos buscado por medio de
las explicaciones, el análisis del Universo y la Vida que se manifiesta, conocer
lo que Dios Es, sabiendo que nuestra definición es que: “Es Todo”, y desde la
percepción de nuestra separación o manifestación como una individualidad, que
está percibiendo, que desea unirse, recorrer el camino de la espiritualidad, de
la mística, para ser Uno con Él, en una unión donde viviremos eternamente en un
Paraíso. En una Vida perfecta donde no habrá discriminación, siendo Todo Uno,
en el que finalmente será excluido el Infierno y todos cuantos forman la Unidad
del Mal.
Es curioso que a pesar de
que existe solamente Dios, nosotros conservamos nuestra individualidad, para
poder saber que estamos unidos y formamos un solo Ser. Que hemos abandonado la
dualidad, la forma y la discriminación y somos Uno en el Espíritu.
Dogen Zenji, en uno de sus
escritos resumía lo que es la búsqueda de Dios en la cultura oriental, que al
igual que en la nuestra, está formada por gentes de diferente entendimiento y
nivel de comprensión, por lo que se conserva la responsabilidad individual, de
entender y caminar a lo largo del Inexistente Camino.
La traducción de sus
palabras, son:
“Estudiar el Camino es estudiar el yo. Estudiar el yo es olvidar el yo. Olvidar
el yo es ser iluminado por todas las cosas del universo. Estar iluminado por
todas las cosas del universo es soltar las amarras del cuerpo y de la mente de
uno mismo, así como las de otros. Incluso los rastros de la iluminación son
eliminadas, y la vida con la iluminación sin rastro continúa por siempre.”
El enfoque es como vemos
totalmente diferente, en uno es el conocimiento y comprensión, en el otro el
olvido. El olvido del “yo” que: “sabe, percibe, obtiene la Iluminación, que
considera la existencia de otros”, para desde el olvido Ser el Yo que se es.
No es la búsqueda de la unión con Buda,
no es el conocimiento o comprensión de la Naturaleza de Buda lo que Dogen ha
encontrado, no importa lo que buscó, sino que ha realizado que “Todo es Buda”, más allá de ser Uno con …., más allá de un yo que se une a
Buda, que le encuentra o se Ilumina, es la realización y conversión de todo
ello en Olvido, en Vacío.
En todos nuestros logros, en todas
nuestras uniones, en la búsqueda de la Humanidad, siempre persiste el “yo”, ese
yo que consigue, que hace, que percibe, que alcanza la meta. Incluso cuando
intentamos comprender el Vacío o al Todo, al propio Ser, conservamos ese “yo que comprende o conoce”.
También dijo que: “Aprender el respeto por sí mismo es olvidarse de sí mismo.”
Ser conscientes de lo que somos, tener
una idea preconcebida de lo que somos, nos llevará a respetar al que sabemos o
conocemos, olvidando al que sabe y conoce. Respetarnos es ser lo que somos,
algo que no podemos conocer, por eso hay que olvidar lo que creemos ser, para
poder respetarnos sinceramente, profundamente.
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