Hoy pensaba en la interminable lucha de los Inmortales, nacer y conocerse, para un día matarse, hasta quedar solamente uno que recogiese todos los poderes, para de nuevo nacer un nuevo grupo.
O
el carpintero, que por seguir las palabras del Sabio, olvidó que no podemos golpear
la Vida, que no hay nada más preciado que ella. Cuanto vemos alrededor son
martillos valiosos, cuanto se manifiesta, es el clavo que hay que colocar en su
lugar. Nuestro sufrimiento viene de usar mal: lo que somos, nuestra manifestación,
nuestro hacer. El sufrimiento no nace de lo manifestado, tratar de cambiar o
destruir lo manifestado, solamente nos llevará a destruir lo que somos,
tratando de buscar que alguien cambie lo que nosotros percibimos como
sufrimiento.
Luchas,
esfuerzos por destruir lo que hay para crear lo que deseamos, guerras para
desterrar el sufrimiento, miedo a ser lo que somos porque no sabemos lo que harán
los demás al conocernos, que es exactamente lo que hacen ellos.
Buscamos
la felicidad, destruyendo lo que creemos que nos hace infelices. Lo que
pensamos que nos hace infelices, es cuanto nos rodea, que es también lo que
puede hacernos felices.
Si
destruimos lo que nos rodea, huyendo de: la infelicidad, la injusticia, el
abuso y los poderes, el desamor y la falta de humanidad, solamente nos llevará
a quedarnos solos, aislados o lo que sería peor, haber destruido cuanto nos
rodea y estar: “Solo”.
La
Vida es Una, pero no puede manifestarse en un “Uno Solo”, porque Ella solamente
puede manifestarse como Todo. Felicidad-Infelicidad, sufrimiento-armonía, es la
dualidad donde el carpintero puede desarrollar su trabajo, martillo, clavo,
para construir.
Un
burro al soplar puede sonarle la flauta, pero él no piensa que es músico,
simplemente puede aprender a soplar, cuando quiere escuchar su sonido.
Nosotros
nos decimos humanos, pero no hemos sido capaces de que suene la Humanidad. Para encontrar
lo que deseamos, intentamos destruir lo que no. ¿Quién puede sentir frío,
cuando solamente queda el calor?, es entonces cuando somos lo más frío que se
manifiesta en la Vida, para sentir solamente el calor. Para
ser felices, para encontrar la Felicidad Eterna, solamente podemos hacerlo siendo:
“Sufrimiento Eterno”.
Ser
Inmortal, no se puede ser cuando no existe nadie más, al no percibir su propia
existencia.
Buscando la Felicidad Eterna,
Deseché cuanto me causaba sufrimiento:
Negué a la familia, amigos y fiestas,
Deje políticos, gobiernos y leyes,
Bancos, trabajo y deberes.
Libre y sin agobio, quise ver el mundo,
Pero cómo sufrir caminando,
Cómo decepcionarme con lo encontrado.
Al ver mi soledad, me sentí tan triste,
Que decidí desecharme.
Al pasar la Felicidad Eterna,
No hay comentarios:
Publicar un comentario