EL NO DE LA INDIGNIDAD

          Han tenido su Congreso, han tenido sus pataletas, cedido en una abstención, por su mala situación, no por el bien de los españoles que es el bien de España.

          Otros se han mantenido imperturbables, prefieren seguir con el no al PP, a la derecha que gobierna cuando ellos arruinan la economía española. Mucho mejor gobernar con la gloriosa izquierda:

          Los que han demostrado en Venezuela y Grecia, fuera de nuestras fronteras y en los ayuntamientos que gobiernan en España, cómo se puede gobernar en democracia, respetando la libertad de los que opinan diferente y el boom de la economía, que la han puesto en los máximos índices de miseria para los que no piensan como ellos y miseria simple a sus votantes, pero eso sí, han mejorado las vidas de sus afiliados y miembros del partido.

          Además irían acompañados por los creadores de cortijos, amantes del mínimo del 3%, fieles respetadores y seguidores de los principios de su propio ombligo y bragueta. Que no siguen las leyes no porque les parezcan mal, sino porque no tienen las neuronas suficientes para entenderlas. Grandes creadores también de la buena economía del pueblo y la armonía de los ciudadanos, de los cuales defienden sus opiniones, cuando son las que ellos les dicen o dictan. Los demócratas independentistas.

          Podrían ir también, los que aportaron los métodos de educación que educaron a los etarras y originaron sus bandas y maras de barrio.

          Los socialistas que apoyan este suicidio del partido, son los que en un tripartito arruinaron Cataluña, que defienden la unidad de España, recogiendo la peseta del suelo con el culo en pompa para alegrar a los independentistas y terroristas, los que aceptaron el voto del PP para tener un lehendakari, que al final defendía a los presos y la igualdad de todas las “victimas”, asesinos y asesinados, que no ha vuelto a levantar cabeza en la Comunidad Vasca, por sus ideas independentistas. Dispuestos a pactar con Bildu, Podemos y con cualquiera para gobernar y que al no poder, se asocia y apoya al PNV que deben ser de la izquierda progresista.

          Al parecer, son de los que como decía Groucho: “Si no le gustan estos principios, tengo cualquier otros”.

          Otros enseñan en catalán, olvidando el mallorquín, deseando dejar de servir a uno para ser sirvientes de otros que probablemente les tratarán mejor, si reparten el 5% que exigirán en Baleares, con ellos.

          Grandes robos en Andalucía, Aragón y en la mayoría de los sitios donde han gobernado, pero no lo saben. Tampoco han sido informados, que el gobierno de los Populares siempre comienza con el país arruinado por ellos, algo que no es fácil, ni rápido arreglar.

          El mantener el “NO” al PP es por coherencia con sus promesas y sus votantes, olvidando las promesas y lo que dijeron de Podemos, que incluso Podemos ha olvidado. Su no con los independentistas, prometido a los votantes, eso son cosas de la campaña, el de Bildu por apoyar a terroristas y a asesinos encarcelados, fue solamente en la euforia de la campaña. Porque lo único que no pueden olvidar, no es lo que prometen a los votantes, ni su responsabilidad con los ciudadanos o España, sino el que debido a su falta de honradez, de su ineptitud y falta de respeto hacia los ciudadanos normales, al preferir a independentistas, terroristas o los que odian a los votantes de derechas, porque son más que los suyos, y por eso pierden. Lo bueno que tienen es que pueden pactar con cualquiera gracias a su falta de dignidad.

          La situación y el enfado de Podemos, los independentistas, y los odiadores de los votantes de derechas, es que ya se habían tomado las viagras y se han quedado sin el “Sillón del Poder” y los españoles con el pantalón subido.

          Probablemente votarán que no, pero si explican el pacto que tenían con independentistas, bilduetarras, con sus grandes amigos, a pesar de los insultos, descalificaciones, los noes, defensores de Venezuela, Grecia, Cuba, Corea del Norte y del gran creador de bienestar llamado comunismo, el populismo y los agitadores callejeros de Podemos. Probablemente si contasen la verdad del pacto y lo que pagarían a cada uno de sus deseados socios, los que serían botados por sus votantes serían ellos: “Los del No”.