En nuestras
creencias está, que todo es Uno, que incluso cuando se cree que no hay nada más
que lo que vemos, hay una Vida Única que se manifiesta en ello.
Es por ello
que buscamos ser conscientes, para poder un día ser Uno, unirnos a la
Consciencia.
Vemos la
Sabiduría como el conocimiento, el ser capaces de penetrar en nuestra verdadera
Naturaleza.
Tratamos de
conseguir, unirnos con un Todo, para lo que tenemos que deshacernos de nuestro ego y la
tiranía de una mente que nos controla y separa.
Debido a estas
interpretaciones, de lo que nos han explicado los Maestros del pasado acerca de
sus experiencias, tratamos de: “Parar nuestra
mente, conocernos, alcanzar la consciencia, ser nosotros mismos, aniquilar el
ego, encontrar en nuestro interior al Dios oculto y perdido, negar lo exterior
porque creemos que solamente es irrealidad, ….”.
Hay una práctica
llamada Zen, de la que hay mucho escrito acerca de lo que es, cómo hay que
practicarlo, sus beneficios, lo que conseguiremos con Él.
Es el
Camino Directo para convertirnos en Buda, Silenciar la Mente, encontrar la
Sabiduría, trascender la Dualidad, alcanzar la Paz y la Armonía.
He sido tan
inútil como discípulo, que debería pensar que tiene que ver con lo que enseñaba
mi Maestro, pues sus palabras al igual que las frases que leo de Shakyamuni,
parece que llevan a ese entendimiento.
Pero realmente
lo que yo entendí, es que el Zen es bastante diferente a esas enseñanzas, en
las que le acercan demasiado a las otras filosofías o enseñanzas.
Mi Maestro
decía que había que Silenciar la Mente, "que meditásemos", nos respondía a cualquier
tribulación o pregunta.
Lo que yo
entendí es que la única manera de silenciar la Mente, es Siendo Mente, que no
hay una mente que silenciar, sino una mente que está integrada en la Mente, al
igual que yo. Que el Silencio no proviene de no dejarla hablar, sino de que no
tenga con quien hacerlo. Que la Mente, no es algo que piensa, sino que es
pensamiento. Que la Mente no Crea, sino que la Creación es Mente.
Que debía
meditar a todas horas, que dónde llegaría no dependería de las horas que
permaneciese meditando, sino la dirección en la que meditase.
Que meditar
hasta que no hay horas suficientes para hacer las que deseas, es simplemente
para llegar a la conclusión de que no estás buscando nada que no seas, algo
para lo que hay que estar exhausto y desesperado intentando crear lo que ya
eres: Meditación.
Que mirar
fuera o dentro, es la mitad del esfuerzo solamente. Que mirar dentro y fuera,
todavía eres un “mirón de la Vida”. Que buscar es, sentirte incompleto en lo que quieres ser. Que
no buscar es que te sientes impotente, para ser algo más de lo que piensas o
ves que eres.
Zen no es
buscar, alcanzar, convertirnos o llegar a ser Buda, Zen es el convencimiento absoluto
de Ser: Seidad, Mente, Buda, Dualidad, Gente,
Humanidad, Interior, Exterior, ….
Ser Todo,
es conservar la Individualidad, no de ser Uno, sino de Ser la propia Seidad de
Individualidad.
Porque no
importa lo que seamos, somos siempre el Todo, la Totalidad de lo que somos, sin
poder evitarlo, sin poder percibirnos, sin poder dejar de serlo.
Es esa
No-Percepción de Sí Mismo, la que solamente permite que en Zen, cualquier
manifestación se manifiesta, siendo: Vacío, Silencio.
Cuando leemos
las frases de Shakyamuni, explicando las experiencias de Buda, debemos verlas
desde esa perspectiva: Silenciar la Mente Siendo
Mente.
He viajado
en avión, sé que es posible volar en ellos, pero soy consciente de que no puedo
pilotarlos en este momento.
Sé lo que
me tradujeron de las palabras de mi Maestro, pero es mi entendimiento lo que
transmito, aceptando las equivocaciones de mis verdades. Mi Maestro nunca se
equivocó.
Saber donde
estamos es importante, pero debemos practicar el entendimiento de lo que no
podemos hacer, porque es necesario que el que creemos ser, se acerque al que
somos, como si la tierra se acercase al barco que navega.
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