No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

miércoles, 16 de noviembre de 2016

TRINIDAD DEL UNO


          No sé cuantas historias de buscadores de sí mismo, del verdadero yo, he podido leer, todas ellas llenas de esfuerzo, dedicación, sacrificios y una constancia que trasciende el tiempo. En nuestros días hemos abandonado la ignorancia y la ciencia y tecnología han avanzado enormemente. Gracias a estos avances, cualquiera puede encontrarse a sí mismo sin esfuerzo y casi inmediatamente.
          Es lo que aporta el conocimiento a nuestras vidas, simplificando nuestra búsqueda. Hoy somos todos más iguales y democráticos, por lo que para buscarnos a nosotros mismos, solamente es necesario abrir dos cuentas de correo electrónico, y mandarnos un SMS cuando estamos perdidos, y sabremos inmediatamente dónde estamos. Si no nos gusta escribir o tenemos problemas de expresión, solamente es necesario incluir en el móvil la aplicación de GPS y sabremos en todo momento, dónde está el “yo mismo”.
          Rinzai decía, que lo más común y acertado para una pregunta desde la dualidad, era una respuesta desde el Absoluto. Cuando la pregunta es acerca o desde el Absoluto, la respuesta indicada es acerca de la dualidad o desde la dualidad. Esa sería la correspondencia de alternancia entre el Yin y el Yang. Algo proveniente del Absoluto, se corresponde con lo dual, y viceversa.
          Todos sabemos que el Absoluto no puede preguntar, ni tiene preguntas, por lo que es una abstracción, para explicarnos que los conceptos aunque funcionan en ambos mundos, es necesario adaptar nuestro entendimiento, para saber desde donde los estamos mirando o expresando.
          “La Mente de Buda, es la mente ordinaria”, dice el Maestro. Nos pasamos a veces la Vida intentando verlo, entenderlo, pero si llegásemos a ver la Mente de Buda, es porque nosotros no lo seriamos, siendo que tenemos y somos en la dualidad mente ordinaria. A veces tratamos de ver esta Mente de Buda en lo ordinario: “El susurro del viento, en la belleza de las flores, en el amor, en las relaciones con el resto de la Vida, …”, pero olvidamos que ese yo tan ordinario, que es el creador del ego, no puede salirse de la Mente de Buda para verla.
          En el Sutra de Vimalakirti, se meten millones de seres y budas en una habitación, donde está Vimalakirti enfermo en cama. Se traen unos sillones del Universo de gigantes de uno de los budas, se sientan en ellos hasta los Bhodisattvas del Universo enano o microscópico, y la habitación se adapta al espacio necesario para que todos estén cómodos, los sillones se adaptan al tamaño y forma de quien se sienta en ellos, todos los budas con sus séquitos se interesan por la salud de un mortal y además comerciante, y teniendo toda la casa, solamente se reúnen en una sola habitación.
          Como vemos en las enseñanzas, en las explicaciones de Shakymuni, nos recuerda que no importa nuestra condición o naturaleza, que el Dharma, la Mente de Buda, se adaptará para que seamos Ella, que nada quedará excluido, que no importa cuan grandes son los Universos, porque la Verdad es Una, que no importa donde busquemos lo que somos, ya estamos en la habitación donde no podemos perdernos, que no tienen que curar nuestra enfermedad, porque ellos forman parte y son la misma casa, la misma habitación, iguales a nosotros en nuestra diferencia.
          Creemos que lo que percibimos es una irrealidad, que al cambiar las cosas según nuestra percepción, nuestra evolución o nuestro momento, es porque lo que vivimos es irreal. Pero la Verdad, la Realidad es Una, y somos parte de ella, pero no una parte divisible o indivisible de Ella, somos una parte en la Individualidad, que Eternamente es Una, la Individualidad del Todo, la Seidad del Vacío.

          Dice el Maestro: “La Mente de Buda, es la mente ordinaria”. E incluso esto, es explicar lo Absoluto desde la dualidad.


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