Un día el hombre fue a darle las gracias a
Dios, por haber creado el Universo, y el Espíritu de Libertad y Libre Albedrío.
Le agradeció también, que en sus mejores
momentos, hubiese Creado su obra cumbre: “La
Unmanidad” y que le
hubiese dado su Espíritu a todo el Universo.
Diciéndole, que a partir de ese momento y
en agradecimiento a su trabajo y esfuerzo, el hombre se dedicaría a mejorar Su
Obra.
Le dijo: “Dios, si Tú en tus mejores
momentos, tu obra cumbre, tu imagen y semejanza es “La Unmanidad”,
imagínate, lo que podré hacer yo, que ya he nacido con “Dos manos”.
Bueno, la muestra de nuestra comprensión
es: dónde estamos o mirar alrededor. Más que “Dos Manos”, hemos nacido con “Dos Manazas”, y sin
necesidad de usar el cerebro o la mente, al menos para pensar coherentemente y
con el corazón.
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