En
Zen aquél que solamente duda, encontrará la luz suficiente para verse los pies,
percibiendo al que camina, al que se mueve en el tiempo, siendo niño hasta que
es adulto.
El
que apenas duda, no preguntando y no escuchando, su iluminación será suficiente para verse su ombligo solamente.
Es el que siente en su
interior la Gran Duda, corroyéndole las entrañas, sin lugar donde parar, sin
flor donde posarse, sin aire donde poder volar, el que no descansará hasta
resolver la Gran Duda de la Vida y la Muerte, diluyendo el Yin y el Yang.
Nadie
puede resolver la Gran Duda.
Pero
en no siendo capaz de resolverla, habrás abortado a Buda, impidiendo que pueda
nacer, que pueda resolverte en la Gran Duda.
Resolver
la Vida y la Muerte, es la eliminación de la Gran Duda, pero ésta es Eterna.
Si
llegases a resolverla, sería porque nunca has nacido.
Si
la resolviste es porque habías muerto.
Vive en la Gran Duda, la Muerte. La Vida Muere
en la Gran Duda. La Gran Duda la resuelve, solamente la Gran Duda.
Dice en budismo, que: “Pequeña
duda, pequeña Iluminación. Gran Duda, gran Iluminación”.
Si
alguien pudiese Iluminarse, no habría Gran Duda.
En
la Gran Duda, no hay nadie que pueda Iluminarse.
La Gran Duda de Buda es:
¿Quién será Buda?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario