Hemos creado una sociedad, que espera eternamente a que el coche sea arreglado por el mecánico.
Incapaces de tomar la decisión de comenzar
a caminar, tratando de llegar a los lugares donde queremos ir.
Esperamos tumbados en el borde de la
carretera, que algún transeúnte, nos traiga noticias, remembranzas, algo que
nos permita, tener las ensoñaciones de los sueños que queremos alcanzar.
Incapaces, de movernos para ser nosotros
los que encontremos: “La paz, la armonía, el amor, la hermandad, la humanidad,
la igualdad, tantas metas que queremos conocer”.
Pero incapaces de molestarnos, de realizar
el mínimo esfuerzo por ser los que damos el primer paso. Esperamos eternamente
que termine el mecánico, que nos lleven, que nos lo cuenten.
Esperando pacientemente que alguien cree
nuestro sueño, que alguien nos ame, que alguien nos dé lo que deseamos. Mirando
llenos de quejas plañideras, lo que no somos capaces, no ya de crear, sino los
que demos el primer paso para el comienzo.
Un primer paso, sin pararnos, sin pausa,
que nos lleve a crear el Aquí que añoramos.
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