VIVIENDO

Buscamos cuál es el propósito de nuestra venida, de nuestra encarnación, de que nos encarnemos en este cuerpo.

La Vida, no tiene propósito, simplemente se manifiesta siendo Vida, haciendo que cuanto se manifiesta pueda vivir.

Nosotros queremos saber lo que tenemos que hacer, porque pensamos qué es lo que somos, en lugar de que el alma anime al corazón, para que aporte sus sentimientos, su amor al pensamiento que al estar desarrollado, hemos necesitado crear una mente que lo albergue.

Creemos que la mente es la que crea el pensamiento, pero al manifestarse la Vida en la Tierra, apenas era necesario poseer un cerebro que controlara el pensamiento. Podíamos analizar y comparar las primeras vivencias, cuando aún no había ni tan siquiera animales, menos aún nosotros.

Pero de alguna manera ya estábamos aquí, porque lo único que no ha cambiado es la Vida, que acoge a Todo el Universo, a Todo cuanto se manifiesta en Él, por toda la Eternidad, desde antes del comienzo del Tiempo.

Albergamos en nosotros todas las experiencias de cuanto manifiesta la Vida, nuestro propósito es vivir. Lejos de pensar: “qué, cómo, dónde, por qué, vivimos”, somos esa Vida que se manifiesta y envuelve todo, al mismo Todo, para que podamos manifestarla, aportarle lo que Ella no puede hacer: “Vivir”.

Olvidamos vivir, pensamos que se necesitan unas circunstancias determinadas para hacerlo, pero la circunstancia más importante, la única, es: “Porque somos Vida”.

Deambulamos, analizando, comparando, percibiendo, tratando de saber lo que la Vida es, por eso debemos realizar profundamente lo que somos: Vida.

Meditamos para poder encontrar y ser lo que somos.

Buscamos Maestros que nos ayuden a ser lo que somos.

Todos los métodos de desarrollo personal, están encaminados para despertar, para iluminar al Ser que somos.

Algo que nunca hemos dejado de ser, manifestados o inmanifestados, somos: “Vida, Amor, Vacío, más que lo que vive, somos la Vida que se manifiesta en lo que vive”. ¿Qué propósito puede tener lo que ya es Todo?