Creemos que
la medicina, que la enfermedad y el restablecimiento del equilibrio deseado, es
algo que pertenece a la parte contada de nuestras vidas. Siendo que es algo
perteneciente al origen de los tiempos.
En los
relatos primitivos, la brujería, los encantamientos, la intervención de los
dioses, es la parte que nos llama la atención, creyendo que todo es solamente
superstición, que no hay realidad, algo científico o creíble, tras los métodos
y resultados en los tratamientos de los desequilibrios, que se originan en
nuestros pequeños Universos.
En primer
lugar, no hay ningún Universo, grande, pequeño o Absoluto, que pueda existir en
el desequilibrio. Simplemente, el equilibrio resultante no es el deseado o el
adecuado para la existencia que tratamos de llevar o imponer.
Desde el
principio de los tiempos, las diferentes medicinas han sido todas “Holísticas”, a veces
era suficiente el canto de un pájaro o un soplo de brisa, para que el curandero
tratase de evitar el mal. La importancia y el equilibrio de cualquier
macrocosmos, dependía de todos los microcosmos que lo componían. La salud de la
tribu o de uno de sus miembros, dependía de las plantas, los animales, las
estrellas, la climatología, del tipo y horario del vuelo de las aves, del tipo
de ave, de la familia, de los sucesos, no había nada que no interviniese en la
salud individual o colectiva, incluso lo que uno de los miembros realizaba,
pensaba o sentía, era determinante para la salud del grupo.
Mucho hemos
avanzado en nuestro conocimiento, atrás quedan las medicinas más evolucionadas
que alcanzamos: China, Tibetana, Egipcia, algunas prácticas prehistóricas de
trepanaciones, tribus africanas, indias, algunas curaciones y tratamientos de
los aborígenes, las muchas medicinas tradicionales de India, en casi todas las
grandes culturas ha habido puntos de profundo conocimiento en la medicina.
Todas ellas
han tenido el tratamiento del equilibrio entre las diferentes partes, entre los
microcosmos no solamente físicos, sino que debían de equilibrarse con:
mentales, espirituales, del alma, emocionales, grupales, familiares, cósmicos y
con cuanto existía en el Macrocosmos visible o invisible que podía ser
percibido o presentido.
Tenemos los meridianos, los chacras, los elementos básicos,
los “dhatus”, los “doshas”, y demás centros ayurvédicos que regulan y
equilibran los diferentes aspectos energéticos que componen nuestro ser. Nosotros consideramos los sistemas circulatorios, los
nerviosos, principalmente desde su parte física, desde la química y sus
funciones electro-magnéticas, considerando que el equilibrio de un organismo o
microcosmos depende, casi exclusivamente de lo que podemos medir, de comparar
un microcosmos, con una referencia considerada normal, y equilibrio tipo para
esos microcosmos.
Olvidamos que
Todo en la Vida son “Individualidades Simples”, no hay ningún microcosmos que no sea una individualidad
totalmente: “Independiente, autónoma y libre”.
Que al
mismo tiempo no hay ninguna individualidad, por infinitesimal que sea, que no
esté integrada por un número infinito de individualidades.
Que no hay
ningún microcosmos o individualidad, que no sea “El Absoluto”, al menos en
cuanto a equilibrio y manifestación, al no poder existir separación entre la
Infinita Multiplicidad y la aparente separación de sus individualidades.
Decían en
Egipto: “Así es arriba como abajo”, “El Todo
está en las partes, todas las partes están (Son) el Todo”.
Al final
nuestra salud es un equilibrio que consideramos correcto, nuestra enfermedad un
equilibrio no deseado. Pero no podemos equilibrar partes por separado, buscando
el equilibrio de nuestro ser, de nuestra individualidad, del microcosmos en el
que nos consideramos integrado.
La salud
como hemos aprendido con dolor, no pertenece a los cuerpos o principalmente a
las personas: Porque en esa salud particular de lo material, interviene la
salud y equilibrio de: “Naturaleza, Universo,
y cuanto podemos descubrir.
Pensamos que
los “Horóscopos”, son todo mentira, pero las constelaciones forman parte
de nuestro Universo. Creíamos que lo que pasa en las montañas, los mares, el aíre,
los ríos, la familia, en los países de al lado, o en lugares remotos, no era
importante para la salud, que no tiene que ver con la medicina, con el
equilibrio y bienestar de nuestras vidas, todo llega.
Pensamos que
el que no encontremos la felicidad, que no podamos vivir en una sociedad
humana, es por falta de dinero, de justicia, de amor, pero al igual que con las
otras enfermedades, solamente nos hundimos en la enfermedad, exigiendo médicos,
hospitales, enfermeros, curanderos, médicos espirituales, magos, flautistas de
Hamelin, que nos proporcionen un equilibrio perfecto que nos proporcione esas
cosas.
Pero no
importa cuánto nos dé la Vida, la sociedad, los poderes, nuestro microcosmo o
macrocosmo siempre será, lo que somos, lo que estamos siendo.
Ser felices, solamente es posible: “Siendo Felicidad”.
El
equilibrio perfecto, es el equilibrio de lo que estamos siendo.
Solamente la
persona o el Universo enfermo, tiene una enfermedad.
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