Lo que me
hizo interesarme en el budismo, fue cuando vi las imágenes de Buda en India,
principalmente al verlas en Ajanta y Ellora. En la semioscuridad de las cuevas,
el silencio, sentado con esa tranquilidad que reflejaba su cara, cargado con
las emociones que produce el viajar por un país en el que todo era un choque de
emocionalidad, con cuanto había conocido en Europa. Me sentaba y me quedaba
contemplando la estatua en silencio encontrando una gran tranquilidad.
Es en
Australia donde comienzo a leer algunos libros Zen, ya había leído algunos,
pero es entonces cuando comienzo a leerlos realmente. Siempre desde el
principio me pareció curioso, que la semilla de la búsqueda fuese el
sufrimiento. Especialmente por una persona que le habían prohibido el
sufrimiento alrededor, que solamente por casualidad o por su curiosidad, pudo
contemplarlo.
Creo que a
lo largo de mi vida, sobretodo, observándola desde la distancia que la convierte
en pasado, creo que a pesar de haber tenido sufrimientos, por sucesos que han
acaecido, por circunstancias que se han torcido, por deseos incumplidos, por lo
que he visto, oído y vivido, nunca he sentido que la vida fuese sufrimiento. La
muerte solamente me sorprendió al contemplarla con unos cinco años, mi madrina
muriendo. O cuando siendo niño con unos diez años, maté un pájaro con un
tirachinas, cuando fui a cogerlo y la piedra casi le había atravesado.
No sé cómo
la he mirado, incluso las guerras, las veo como nuestra búsqueda de la
felicidad. Es quizás la crueldad, la inhumanidad lo que todavía me sorprende,
me hace pensar en la cantidad de sufrimiento que nos infligimos, pero nunca he
conseguido unir sufrimiento y vida, menos aún con Vida.
Es quizás
lo que menos he entendido. “El por qué,
Shakyamuni, dijo que: “La Vida entraña sufrimiento”.
Él no conocía
el sufrimiento, en su vivir solamente la felicidad era permitida a su
alrededor. Es quizás el ser tan feliz, lo que le hace sentir tan profundamente
el sufrimiento que se vive en la realidad de la dualidad. Cuando solamente
podemos crear la felicidad por medio del sufrimiento.
Podríamos dejar
atrás el sufrimiento olvidando la felicidad solamente. Simple y fácil, si nos
dedicamos a vivir desde la aceptación desaparecería el sufrimiento, pero no
podríamos saber de la felicidad. Si en lugar de vivir, simplemente manifestásemos
la Vida que somos, desaparecería el Sufrimiento, tampoco nacería la Felicidad,
la Vida en Sí Misma, “Es Felicidad y Es
Sufrimiento”, pero no hay nada que pueda
vivir ninguno de los dos, por lo que no hay nada que sufra ni en lo que pueda
manifestarse la felicidad.
Probablemente
Shakyamuni encontró, que cuanto más intensamente buscaba la Felicidad, mayor
era el sufrimiento que tenía que infligirse, que aguantar. Pero hay que
producir suficiente tensión, necesidad, deseo, convicción, esfuerzo, tratando
de encontrar algo, para que al encontrarlo no exista quien lo encuentra.
Buscando el
por qué del Sufrimiento, Shakyamuni lo encontró cuando no quedaba Shakyamuni,
cuando el Sufrimiento se unió a Felicidad, quedando solamente: “Vida, Buda”. Que
son la Naturaleza de Felicidad.
Todavía seguimos
el camino contrario de Buda, buscando la Felicidad, solamente creamos
sufrimiento. Buscando la paz, guerras; buscando el amor, indiferencia,
envidias, iras, odio; buscando el bienestar, miseria, hambre; buscando la
humanidad, ambiciones, terrorismo, separaciones, incomprensión, separación.
Shakyamuni,
tras comprobar que si buscas una, encuentras y creas el otro, aceptó que no era
la manera de encontrar los por qué del sufrimiento sumergiéndose en él. Aceptó
el cuenco de leche de la muchacha, y se sentó bajo el Árbol de la Vida,
decidido a que solamente se levántase su Vacío, su Nada, o permitir que su
cuerpo alimentase el Árbol.
Sentado en
Meditación, perdió su cuerpo, perdió a Shakyamuni, levantándose Buda, en el
Cuerpo de Buda, en el Árbol de la Vida. Porque cuando dejó de buscar el por qué
del Sufrimiento, encontró el por qué de la Felicidad. El Camino Medio, sin
orillas, sin ambas la del Sufrimiento o la de la Felicidad, para unirse en el
Camino de Buda, que aúna, que Es ambos.
El Camino Óctuple
que lleva a la salida del sufrimiento, es simplemente la Corrección, vivir
correctamente, siendo en cada momento lo que eres, lo que estás siendo: Vida.
No podemos
encontrar la Felicidad, porque el lienzo está en blanco. Pintar algo significa
ensuciarlo. Pero el Lienzo de la Vida, sigue siendo Blanco, con todo cuanto hay
pintado. Siendo la Vida Felicidad en su Naturaleza, cuando alguien que ya es
Vida, la busca, solamente puede buscarla siendo Sufrimiento.
Que la
Felicidad se manifieste, no es porque se pueda crear, sino porque mostraremos
Correctamente lo que Somos, Vida Naturaleza de Felicidad.
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