No puedo
hablar de otros países y otros Sindicatos, pero es curioso o al menos me lo
parece a mí, que quienes llaman a la manifestación, sean los Sindicatos que
muestran su poder para exigir más subvenciones y los partidos que van en cabeza
son los que estaban al comienzo de la crisis, cuando se originó, la falta de
trabajo, la deuda y los problemas que se exige que sean solucionados ahora,
cuando quien tiene que hacerlo es otro, que curiosamente, también es el que no
tiene Sindicato que le haga las palmas.
Se exige y
se habla de la corrupción, pero no he escuchado, aunque no tengo duda de que lo
hicieron, pedir perdón por la corrupción propia. Solamente que los demás
retiren sus leyes, que se expulse a los corruptos y al partido donde los haya,
que son los otros partidos y los demás. De mí mismo, que soy el defensor de los
pobres, los trabajadores y parados, que no me toquen mis prebendas y sueldo,
que para eso están las leyes para quitarle el dinero a los ricos o exigir a las
empresas, independientemente de su situación, que contraten a todo el mundo,
creando puestos de trabajo y pagando los sueldos que se les diga.
Como se ve,
y no digo que la verborrea no tenga grandes verdades, hacemos las leyes que nos
dé la gana, obligamos por decreto a que la gente viva con dignidad, felices, sin
quejarse de la justicia que se les imponga, creamos puestos de trabajo y
subvenciones por decreto y exigimos que alguien que no sea yo, lo pague y
obligue a cumplir mis leyes.
Sigo pensando
que no es obligando, decretando leyes o imponiendo unas ideas que pueden ser
correctas, pero que obligan a perder la libertad y la dignidad a las partes, al
hacerlo por decreto o exigiendo a los demás, que creen lo que solucione
nuestras necesidades reales o creadas.
Si un
empresario con cincuenta empleados, hiciese un acuerdo con sus obreros, en el
cual repartirían al cincuenta por ciento los beneficios. En justicia lo debería
de hacer con cada obrero, lo que haría que el empresario ganara, la mitad de
todos los beneficios, y la otra mitad sería repartida entre ellos, teniendo que
decidir cómo hacerlo.
El conflicto
sería cuando hubiese pérdidas, que también deberían ser repartidas en las
mismas proporciones, si sería aceptado por los obreros.
Cuando hay
accionistas, también debería ser repartido, un porcentaje de los gastos entre
ellos, siendo las ganancias lo que restase tras el reparto de los dividendos,
de beneficios y parte de los gastos entre los accionistas, lo que se repartiría
entre los empresarios y los trabajadores.
No, no soy
empresario, pero es algo que siempre he considerado un reparto justo y digno,
mitad y mitad.
El problema
de los Sindicatos y los políticos es que sus beneficios son intangibles y
tienen que repartirse las subvenciones y lo que sacan por ahí, que les da para
buenos sueldos de los jefes y amigos, y en cuanto hay un problema despiden a
los trabajadores con el mínimo posible.
Es difícil
crear una empresa, más difícil mantenerla. Pero es la confrontación entre
empresarios y trabajadores, lo que hace que solamente sean puestos de trabajo,
en lugar de creativos. Lugares donde solamente interesa el dinero, en lugar de
manifestar en lo que hacemos lo que somos, algo que podría darnos felicidad,
pero para qué, si nos quitaría los lloriqueos y la posibilidad de vivir en la
queja.
Seguimos saliendo
para pedir lo que tienen que hacer los demás. Pero trabajamos: "En crear la Vida
que vivimos, en crear el hogar donde viva una familia, trabajamos para vivir
con dignidad, que es algo que más que darnos, debemos aportar nosotros (la dignidad),
trabajamos para no tener que hacerlo, porque es en nuestra actividad donde
mostramos nuestra creatividad, expresamos lo que somos y nos permite amarnos, que sería más un no-hacer, pues manifestar lo que somos, no puede llamarse trabajo".
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