Hace unos días
publicaba Selene una de las frases atribuidas a Shakyamuni: “Domina tus palabras, domina tus pensamientos,
no hagas daño a nadie. Sigue fielmente estas indicaciones y avanzarás en el
camino de los Sabios”.
Es un tema
recurrente en múltiples frases, en las que la mente es el mayor enemigo en
nuestro desarrollo e Iluminación, por lo que debe ser controlada, dominada y
permanecer encarcelada, sin que podamos permitir que se exprese libremente.
Es lo que
se entiende claramente de las palabras traducidas, pero seguimos sin saber
cuales fueron realmente las que pronunció Shakyamuni, las personas y
circunstancias que había cuando fueron pronunciadas y el propio estado personal
del conferenciante. Todo lo que nos ha quedado como máximo son las palabras en
sanscrito que recordaba Ananda, si es que se han seguido escribiendo exactamente
y si lo que sabemos del sanscrito les da el mismo significado.
En una
persona, que nos está transmitiendo la experiencia de que no existe nada que
pueda ser llamado ego, no es de sentido común que nos diga: “Que dominemos nuestras emociones, nuestras palabras,
nuestros pensamientos y mente”. Algo que haría
necesario en primer lugar, la formación de un ego, que poseyese o fuera el
dueño de ellas.
Probablemente
y dentro de que no exista el ego, indicaría que somos los responsables de
nuestra manifestación. Que es nuestra manifestación la que determina lo que
somos, que las emociones y las actividades mentales determinan cómo
manifestamos lo que somos, que son los resultados lo que dicen lo que algo es y
no las palabras o lo que pensamos de ello.
Pero, “dominar”, es una
palabra que difícilmente estaría correctamente situada, en una frase en la que
el “yo” o
el ego estén ausentes.
Las historias
y las frases como digo a menudo, son para ser interpretadas. En el Camino Óctuple,
nos recomiendan que no es lo que viene antes o la acción, lo que es importante, sino su Corrección. Cualquier actividad correcta, es parte del Camino Óctuple. Pero
no hay ningún lugar donde se explique detalladamente lo que es correcto o
incorrecto, al igual que mucho, poco, suficiente, incluso Meditación o
Iluminación, tampoco se indica su corrección de manera concreta.
A lo más
que nos dicen es: “Que son los frutos los que
determinaran cómo ha sido su corrección”. Siendo
que a veces, nos dicen los Sutras que no existe ninguna de las situaciones
definidas por estas palabras, al no existir el ego que pueda realizarlas.
Hay una
historia de Salomón, en la cual dos mujeres disputan por la maternidad de un
recién nacido, mostrándonos a lo que está dispuesta una madre y la justicia
ejercida, amenazando con una injusticia.
Si la madre
hubiese tenido más hijos, si hubiese tenido miedo del rey, si le hubiese
costado esfuerzos mantener al nuevo hijo. Si la otra mujer, durante años
hubiese deseado tener un hijo, si en su desesperación hubiese olvidado el
miedo. Pudiese ser, que la que estaba dispuesta a perder al niño o a dar su
vida por él, fuese la que no era su madre, siendo además que se hiciera
justicia, al darle el hijo a la mujer que más lo necesitaba.
A veces las
historias, podemos mirarlas desde muchos ángulos, interpretar infinitos
significados, pero no es solamente desde las palabras, traducidas, cambiadas,
interpretado su significado de formas diferentes a lo largo del tiempo.
Es por lo
que existimos en Libertad en ejercicio del Libre Albedrío, porque el
significado y la manifestación de la Vida, no depende de las palabras, ni de
los sentimientos, ni de los pensamientos, ni tan siquiera de las acciones, sino
de nuestro entendimiento, de cómo usamos lo que hay, porque el resultado de las
acciones realizadas por otros, las palabras pronunciadas por los demás, los
pensamientos que flotan en el éter, son neutros hasta que nosotros los
incorporamos en nosotros. También los producidos por la mente, el cuerpo
emocional o el físico, somos nosotros los que determinamos el resultado con
nuestro uso de ellos.
No es
dominar o controlar lo que nos rodea, o lo que se ha integrado en lo que
llamamos nuestro yo, sino lo que hacemos con todo ello lo que nos llevará a la
Sabiduría.
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