Queriendo entregarme a Dios,
Dedicado, a sentir la Vida en mi vivir,
A ver la misma Vida en cuanto me rodeaba,
Esforzándome por comprender,
Amar, y sentir la Unidad de Todo,
Finalmente comprendí,
Que era ese yo que deseaba:
Entregarse, sentir, amar, vivir,
En su esfuerzo, el único impedimento,
Para que todo fuese así,
Ver
las piezas del coche, desear que todo cuanto existe sea el coche, pensar que
somos uno con él, no es compatible con ser conscientes de estar conduciéndolo.
Saber
que el conjunto de piezas unidas, es lo que es el Uno del coche, es lo que
impide esa unidad. No hay Unidad perfecta si hay deseo de unirnos o ser Uno con
algo.
El
problema de la pareja, no es el amarse o no amarse, sino ser la unión de dos,
en lugar de una pareja.
Que
no vivamos en una sociedad humana, principalmente viene de que tratamos de
crearla, de que tratamos de saber y percibir su humanidad.
Algo
que es natural en la dualidad, un yo percibiendo, deseando, comprendiendo, lo
que es y le rodea, es lo que impide que Dios sea Absoluto, que la Vida sea Única
o la misma manifestándose en Todo, o que pueda ser el Vacío donde todo existe.
No
puede existir el Absoluto sin dualidad que lo perciba como abstracción, quizás
por eso Lao Tse decía que: “El Tao que puede percibirse,
no es el verdadero Tao”. Consciente que el Tao no
podría saber que existe, sin alguien que lo percibiese.
Shakyamuni,
habla de la no-existencia como Realidad, pero incluso la no-existencia tiene
que existir para ser Realidad.
La
Dualidad, es la percepción de lo Absoluto.
Lo
Absoluto es, la no percepción. Ni tan siquiera es posible percibir el Vacío, Ser,
Existir, o sus contrario. En lo Absoluto no hay, Unidad, Unión, Dualidad,
percepción, Dios, Buda, Acción, Existencia, o lo que pudiésemos imaginar. Pero aún
es más importante recordar que sin ellas no existiría lo Absoluto.
El
Verdadero Absoluto solamente necesita una premisa y es que:
“No puede haber, existencia o no-existencia de Absoluto”.
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