Publica América
un post, en el que decía: REFLEXIÓN COMPARTIDA
*NO EXISTEN DIOSES, EXISTO YO*.
El ateísmo es algo que ha existido desde siempre, antes de
que las filosofías orientales llegasen a nuestra cultura, con una visión o
explicación de Dios tan distinta a las nuestras, al menos en la letra, las apariencias
y en el exterior. Pero el problema no está en haber mezclado la incomprensión,
no solamente de las orientales, sino en el entendimiento incorrecto de las
nuestras.
Pensamos no solamente en el ateísmo, sino en las filosofías
del Yo Absoluto, de la Vida Absoluta, o en general de un Ego Absoluto. En
general estás creencias están totalmente basadas en el entendimiento que
tenemos de Dios, una entidad que nos ha creado, controlado, mangoneado y
dirigido. Una entidad, que ante nuestra incapacidad y debilidad, solamente podemos
vivir y alcanzar las metas que Él nos permita, pues es quien decide nuestro
futuro al no poder equivocarse, conociendo todo lo pasado, presente y futuro,
nuestro destino está escrito y no importa dónde nos lleve nuestro karma, al
final estaremos donde Dios haya decidido.
Tenemos el Libre Albedrío, que por supuesto nos hace libres,
pero: ¿“Qué podemos decidir, si Él conociendo el futuro no puede
equivocarse” ?, si se equivocase, dejaría de
ser Dios, si no supiese lo que va a suceder, si pudiésemos crear alfo fuera de Él,
dejaría de ser el Dios Absoluto: ¿Dónde quedaría nuestro Libre Albedrío, nuestra Libertad, lo
nuestro?, cuando Él es Todo.
Así, que mirando en las filosofías orientales, encontramos
el Atman Absoluto, el Buda y Yo somos el mismo, “El Padre y Yo, somos Uno”, o
el “Dios ha muerto”, para inventar el SuperYo, el Superhombre de Nietzsche a
pesar de que la idea es anterior.
He escrito varias veces acerca del libro: “El Libro de Mirdad”, en el cual, tras el Diluvio, en el templo del Pico del
Buitre, el Monasterio del Arca, la palabra prohibida de ser pronunciada o
escrita durante siglos, es “yo”, que es el ego que ha llevado al castigo de morir,
a todos los que no vivían en el amor de Dios. El séptimo pasajero del Arca, la prohíbe,
la condena a ser ignorada en los tiempos.
Cuando llega Mirdad, un día reúne a los monjes para
hablarles de la “Palabra Sagrada”, la palabra y el nombre de Dios. Cuando todos
están reunidos les dice que esta palabra es: “Yo”. Lo fácil, lo natural es pensar que Dios, el Séptimo
Pasajero, la prohibió por celos, para que no alcanzáramos el poder de dios.
Mi comentario en la publicación: “A veces cuando leemos Dios
o dios, o dioses, decidimos lo que quiere decir la persona que escribe, pero lo
que nos suele molestar es nuestro entendimiento o el no entender, cuál es
nuestra opinión.
Si el único Dios que existe es Yo, ya existe Dios.
Da igual cómo le llamemos, siempre que hay un Todo, es la definición de Dios”.
Si el único Dios que existe es Yo, ya existe Dios.
Da igual cómo le llamemos, siempre que hay un Todo, es la definición de Dios”.
Siendo Dios un concepto perfectamente definido por
nosotros, siendo que en cualquier individualidad existe un todo, que en cada
parte existe un todo, que en cualquier conjunto de individualidades existe un
todo, que la definición de Dios es que Es Todo, que es la propia Seidad de lo
que las cosas o las partes de ese Todo son. El negar su existencia sería negar
todos los todo que existen.
Dice el ocultismo que: “Así es arriba, como es
abajo”. Buda que: “Todo y cada
individualidad, Es Buda, que todo yo Es Buda”. Jesús dice que: “Dios y cualquier
Hijo son Uno”.
Decir que no existe Dios, pero que existe un Yo Absoluto o
una Vida Absoluta, es meternos a catedráticos de la lengua, tratando de cambiar
el idioma. Porque mientras aceptemos que existe un Todo, sea este permanente y
eterno, impermanente y finito, en un cambio eterno y constante, no cambiaría un
concepto de Absoluto, independientemente del nombre que le demos.
Afortunadamente es lo que hemos hecho toda nuestra
existencia, perdernos en la verborrea, en tratar de demostrar las cosas que
decimos y pensamos que son la realidad, tratar de demostrar que somos el único
Dios, entra dentro de nuestro ser: “Matar y destruir a todo el
que dude de nuestra verdad”.
Cuando lo sencillo sería entender lo que estamos diciendo: “Soy el Yo Absoluto”,
¿Con quién discutes entonces?, ¿Con quién te peleas?, ¿a quién menosprecias,
asesinas, no le consientes expresarse, vivir, excluyes?
Dice Mirdad, que solamente hay una palabra Divina, que
expresa a Dios: Yo. Es la palabra Eterna, que no nació ni se extinguirá. Pero no puede haber o existir un yo que sea excluido,
ni tan siquiera el propio, porque no destruirá o creará la inexistencia de
Dios, sino que creará nuestra ignorancia, impidiendo nuestra posibilidad de ser
ese Yo de Dios.
Gracias por
tu respuesta América: “Yusulpayqui por estar y
compartir,
Creo que lo que suele molestar es el entendimiento y el desconocimiento aun no
comprendido...que, el único Dios es YO.
Me gustaría que escribieras sobre el tema.
Me gustaría que escribieras sobre el tema.
Te quiero amigo, dulce descanso.
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