No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

Si tenéis que pagar para entrar en la página, no es la original. Como digo a la derecha es Gratuita y sin publicidad.
Yui Shin

lunes, 2 de octubre de 2017

LA SANACIÓN SOCIAL

          La creencia general es que ganar es lo importante . Hemos caído en el fondo que me dijo un monje japonés, “el zen ninja”.
          Me aconsejaba que cambiase mi zen, que según él era antiguo y que no se usaba en la actualidad: “El zen samurái”.
          Mi respuesta fue, que, si se le quitaba la dignidad y el honor al Zen, usándole simplemente para conseguir fines, dejaría de ser Zen.
          Son simples palabras: “Principio, honor y dignidad”. Si miramos cualquier conflicto, de cualquier tipo, en cualquier lugar, tarde o temprano encontraríamos que su comienzo ha sido creado desde la falta de dignidad.
          La dignidad comienza con ser honesto con uno mismo, no mintiéndose, para evitar engañar a los demás, porque cuando lo haces, no puedes engañarte a ti mismo. Si lo haces o crees que lo importante por medio del engaño, y no cumpliendo con la responsabilidad de la función que tenemos, conseguir lo que deseas, nunca conocerás la dignidad.
          La dignidad nos lleva al principio de sentimiento humano, que es la que lleva a no pensar en ser deshonesto, en cuestionar tu honradez. Simplemente te respetas con la sociedad en la que vives incluida.
          Si nadie viola niñas, no serían raptadas. Si nadie usa las armas, nadie las fabricaría. Si aceptamos nuestra responsabilidad, no harían falta las drogadicciones. Si nos comportamos con respeto a lo que los demás son, y sus posesiones, no habría peleas. Si no tuviésemos tantas ambiciones de ser más de lo que somos, evitaríamos esa insatisfacción de quien busca ser más que los demás, cuyo final es la guerra.
          Si no ambicionamos lo que no tenemos, podemos ser felices con lo que tenemos.
          Esto es el fruto de la dignidad, vivir con dignidad, usar la dignidad, puede darnos la paz con nosotros mismos, porque: “¿Qué puede sentir por sí mismo una persona digna?, si no es amor. Vivir con dignidad quita los conflictos, porque se necesita amor, para manifestar dignidad.
          Una persona digna, no va al ISIS, porque no odia, ni se permite asesinar. No se sube a una habitación para disparar a las masas. No desea o busca la ilegitimidad, porque nadie en una sociedad digna es ofendido, porque de ella solamente nace el respeto.
          Pero desgraciadamente hemos elegido el zen ninja, donde solamente lograr ganar lo que deseamos, sin importar los métodos, el engaño, o lo que hay que hacer para ello, es lo importante.
          Una empresa que crea guerras para vender armas. Un bombero o del Servicio Contraincendios que comienza un fuego para tener más trabajo. Son casos pequeños, pero recordemos el grano de mostaza.
          Las guerras, el hambre, la contaminación, la protección del débil y el necesitado, la violencia de género, el asesinato, los abusos, y los problemas de convivencia, todos ellos y más, se mejoran de una manera simple, “Oliendo, respirando dignidad”. Pero cuando se toma y nos sirve de alimento, cuando nosotros alimentamos la Dignidad en la Vida, no se pueden curar los conflictos porque estos no nacen.
          No puede nacer la Humanidad, si el alimento de la gente, el de las personas no es Dignidad.


1 comentario: