COMENTANDO

Escribe Bodhidharma en sus enseñanzas que:

          El Camino se pierde al aferrarse a las apariencias de las cosas. La erudición es inútil y enturbia la conciencia. Las doctrinas sólo sirven para señalar la mente. Una vez se percibe la Mente, ¿para qué las doctrinas?

          No hay ventaja alguna en el autoengaño. Una vez que los mortales aceptan su Verdadera naturaleza, cesan todos los apegos. La conciencia deja de esconderse. Pues sólo puede encontrarse en el ahora. Solamente en el ahora. Si realmente quieres encontrar el Camino, no te aferres a nada.

          Una vez que dejas de aferrarte y dejas que las cosas sean, serás libre, incluso del nacimiento y la muerte. Lo transformarás todo, y estarás en paz, estés donde estés. La esencia del Camino es el desapego. Y el objetivo de los que practican es liberarse de las apariencias. Se dice en los Sutras: “El desapego es Iluminación, cuando conociendo las apariencias se vive en la aceptación”.  La budeidad significa “Ser Consciencia de lo que Es”.

      ¿Pero qué es lo que entendemos al leerlo?, me gustaría saberlo.

         

          Si somos el Camino, al aferrarnos impedimos que la Vida nos recorra.

          La erudición solamente puede ser acerca de lo que no somos.

          Las doctrinas, son aprendizajes para la forma de pensar de la mente. Encontrada la Mente, ¿Qué hay fuera para seguir?.

          Aceptar existir en el Ahora, es aceptar lo que Es, la Seidad de Todo. Pero la parte en la que más debemos pensar es, que en el Ahora, no hay existencia de la consciencia de ser, del yo. En Él se pierde el que realiza la acción, por lo que no puede haber consciencia de separación o unión.

          En la mayoría de las circunstancias, incluso al alcanzar la unión, el espíritu, o al Todo, sigue habiendo ese “yo” que lo realiza, que lo vive, que existe en esa unidad.

          En Zen, el desapego hay que realizarlo incluso en: “Desapego al desapego”, que resultaría en dos negaciones que establecerían un apego aparente.

          Pero al no haber yo, no se crea el no-yo, sino el “Yo” de la Aceptación de Ser, donde no hay separación pues solamente existe un Yo, que por ser único no puede percibirse a sí mismo, que no puede sentir apego o desapego, a pesar de que existan ambos. No es la ausencia de algo lo que hay o existe en el Todo, sino existiendo Todo, al no manifestarse (Existiendo) la dualidad, solamente existe un Vacío donde existe la Consciencia de Ser, pero no ser algo, que implicaría tener conciencia de unión o separación, sino la Seidad de Aceptación de Ser.

          En la Aceptación, en el Ahora, no hay yo que pueda apegarse, no hay percepción de separación que permita que algo pueda ser aferrado. Es Ser el Camino, más que el caminante. Ser el Caminante que es camino. Estando y siendo el principio y final, siendo muerte y vida, que impide morir, porque siempre se vive en una de las dos.