No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

miércoles, 8 de noviembre de 2017

EL INSULTO

          A veces, consideramos un insulto el que digan algo desagradable o fuerte acerca de nosotros. Si alguien dice que somos “gentuza”, pensamos que nos insultan.
          Lo que al menos yo pienso que deberíamos hacer es, ante todo, si esa persona tiene fundamentos para lo que dice, tratar de analizar sus razones, porque lo más triste sería que consideráramos un insulto que alguien diga la verdad acerca de nuestra actitud o nuestras acciones al convivir.
          No es una cuestión que afecte a esa persona, que puede estar equivocada, acertada o que su análisis haya sido incorrecto, la importancia de esa opinión es el que podemos conocernos mejor, si es una equivocación podemos ayudar a esa persona a no estar equivocada. Si es un análisis incorrecto, podemos dialogar para aprender ambos, de la parte incorrecta y de la correcta lo que buenamente estemos preparados cada uno a aprender.
          Una opinión no debe ofendernos, pues no cambia lo que somos, siendo simplemente la apreciación de alguien, que si es sincero consigo mismo, viene desde la honestidad, independientemente de lo equivocada o acertada y que siempre puede servirnos para aprender.
          Si esa persona, simplemente trata de hacernos daño, su opinión no viene de su honestidad consigo mismo, sino por su pertenencia a un grupo o por no ser capaz de usar una apreciación propia debido a su adoctrinamiento, debemos tratar de ayudarla sin mirar demasiado si es capaz de escuchar, es suficiente con poner una semilla por si algún día germinase.
          La libertad de opinión es algo que debemos de conceder a los demás, no es algo que debamos exigir, porque solamente crearemos violencia si los demás piensan que estamos equivocados.
          Podemos mirar alrededor y darnos cuenta que nuestras opiniones vienen de la libertad de expresión siempre, pero las demás son creadas desde la mala fe, desde el deseo de hacer daño o la mentira.
          Por eso es la aceptación de las opiniones ajenas, lo que debemos usar para conocernos, ninguna de ellas será la verdad, pero puede enriquecer la única opinión importante que hay acerca de nosotros: “La nuestra”. No importa si nos observamos correctamente, ni si estamos totalmente equivocados, si somos honestos con nosotros mismos, siempre aprenderemos de cualquier opinión, no porque sea cierta sino por nuestro deseo de mejorar.
          Argumentar, es buscar nuestro conocimiento, aportando nuestras opiniones, necesarias para el enriquecimiento de los demás que deseen aprender, porque la dignidad nace de la honestidad y sinceridad de nuestras opiniones, no de su acierto o error.
          Estar en posesión de la verdad, para echar el peso de nuestro conocimiento sobre la ignorancia ajena, es indignidad también.
          Podemos adoctrinar a los demás, contarles la vida como nosotros la vemos, decirles lo que deben de hacer para encontrar la felicidad, convencerles de que tenemos la razón, pero si somos: “Personas, gente o gentuza”, no es solamente la acción, sino, qué hay en nosotros al realizarla lo que determina lo que somos. Si buscamos nuestro beneficio, incluso deseando el bien de los demás, seremos gentuza.


1 comentario:

  1. Se inicia con una gran verdad "lo más triste sería que consideráramos un insulto que alguien diga la verdad acerca de nuestras acciones o de nuestras actitudes al convivir". A esta verdad le sigue un razonamiento equitativo entre lo que somos, lo que es el otro y la oportunidad de crecimiento que, en beneficio de ambos trae esa palabra que, aparentemente y a la ligera suele llamarse "insulto". Infinitas gracias Yui shin.

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