Tengo
amigos, conozco personas y veo en nuestra relación con el Conocimiento, el deseo
de saber, de conocer, que nos lleva a analizar, a pensar, a desear alcanzar el
Conocimiento de Dios, la Unión, el diluirnos, el conocerle profundamente, hasta
llegar a identificarnos con Él o con sus otros nombres, como Vida o Amor.
Divagamos
con seres de otras galaxias, de otros mundos, venidos a dirigirnos hacia la
Humanidad. Modificaciones genéticas. Seres mitológicos que realmente son el
origen de nuestra existencia.
Buscamos
antiguas civilizaciones que se extinguieron al llegar a un gran conocimiento de
la existencia y el manejo de las energías. Explicamos Tierras paralelas, en las
que transmigramos en nuestra evolución, siendo seres de una Tierra más
evolucionada los que nos ayudan a evolucionar.
Queremos
saber el lugar y el Universo, donde ha existido o existe el Paraíso, el Edén,
los diferentes cielos de las religiones. Tratamos de explicar la Naturaleza de
Dios, sin que deje de ser Absoluto, pero contemplando y administrando Su
Creación.
Que son
los mundos de esos dioses, esos Arhats, de esos Tathagatas o Budas, y que como
explica Shakyamuni en el Lankavatara y otros Sutras, pertenecen a la dualidad,
a los mundos donde la discriminación puede manifestarse.
Eso es
realmente lo que nos dicen los Maestros, cuando nos hablan de la mente como
enemigo. El confundir el Mundo que es percibido, manifestación de una realidad,
con la Realidad misma.
Mientras
existe un buscador, aún percibiendo una sola polaridad, está existiendo, que
solamente puede hacerse en la dualidad.
Mientras
exista algo, incluido el Uno, significa que hay un algo que está existiendo en
la Existencia, que implica dualidad.
Tal como
nosotros percibimos la dualidad, es que existen dos extremos o polaridades, dos
mitades. Ese es el origen de las filosofías Trínicas, la Trinidad de la Biblia
y otras religiones: “Padre, Hijo y Espíritu Santo, Creador, Creación y Conocimiento o
percepción de Ella”. Esa Consciencia Divina,
que es consciente de la Creación y por tanto de existir como Creador, es la
propia Trinidad.
Nuestra
mente, no puede percibir (y ya estamos estableciendo la percepción de algo) a la
mente. Pero lo que es percibido por ella, obviamente es porque existe en el
análisis una separación con ello, estableciendo además que lo percibido es la
Realidad de esa individualidad.
Es el
querer percibir la Realidad, lo que impide que la manifestemos.
Es el
querer conocer a Dios, lo que nos desespera y lleva a negarle.
Es el
desear saber lo que somos o lo que algo es, lo que nos separa y aísla de serlo.
La Gran Duda,
es de alguna forma la búsqueda de ese conocimiento, pero por lo que yo pienso, la
Gran Diferencia, es que en Ella la investigación no tiene yo, por lo que es realizada
solamente desde la actividad y manifestación, de la Naturaleza Original de la Mente.
Ser Vida, Dios
o Amor, no es carecer de Yo, sino Serlo. ¡Oh!, la Seidad.
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