Es
simplemente lo que pasa con mi parcela, pero Palencia y mi pueblo, no tienen
fronteras y probablemente sabréis de Palencias cercanas y que os puedan
afectar.
Desde los
expulsados de sus hogares de los que huyen en busca de refugio y poder vivir, a
aquellos que fueron expulsados por las FARC colombiana, y que tuvieron que
comenzar lejos de su hogar para seguir viviendo, pagándoles ahora como partido
político y dueños de sus hogares y memorias, al estar rodeados de “gassy fart”.
Según Catastro y todo lo que conozco, esta es mi parcela
en 1975.
Antes de mis vecinos y de una Concentración Agraria.
En ella está reflejado lo que mis vecinos invaden y
Estructuras Agrarias dice que no ha hecho, actuar en mi parcela.
Parcela del vecino, al ser comprada por el abuelo y la
que tenía el padre de los propietarios actuales.
Este es el
juicio que he perdido, como dije anteriormente: Unos vecinos en un pueblo que
no saben que existe la dignidad, un Perito Judicial, que dejó de estudiar y
vivir en la guardería y alguien le regaló un título, para decir en el juicio
bajo juramento, que el patio de luces de mi parcela siempre había pertenecido a
los vecinos, que no había sido invadido. Una abogada asignada por el Turno de
Oficio, que se limitó a ir donde le decía el Procurador, sin saber lo que
defendía.
Unas
Administraciones Públicas que dicen ser incompetentes para decidir, una
Justicia que prohíbe que hable el que diga la verdad.
¿Cuántas
Palencias hemos creado?, porque, quienes toman decisiones en: Los poderes, en
las Administraciones, en los juzgados son las gentes del pueblo.
Los que
invaden, los que roban, los que lo niegan: Son gentes del pueblo.
No hay
dignidad, cuando el pueblo vive sin ella.
Así llegamos a lo que una Jueza, les ha concedido a mis
vecinos, una parcela de unos 500 metros cuadrados.
A la espera de un Recurso a la Sentencia, que les dejará
solamente unos 450 metros cuadrados.
De los 228 que compró el abuelo. Me pregunto por el
negocio familiar y a qué se dedicarán.
No sé cuantos
de vosotros os identificareis o conoceréis, esta dignidad con la que vivimos.
Porque no es
algo de las Instituciones, ni de Dios o la Religión, es por nuestra falta de dignidad,
suponiendo que sepamos lo que es.
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