En ellas
nos habla un poco de los conceptos de las 4 Nobles Verdades, el origen de
nuestro caminar alrededor del sufrimiento. Esto es lo que hay escrito de
preámbulo: “Buda dijo que todos
tenemos la semilla del miedo, pero la mayoría la reprimimos y lo encerramos en
la oscuridad. Para ayudarnos a identificar, abrazar y examinar en profundidad
las semillas del miedo, nos ofreció una práctica llamada los «Cinco
Recordatorios», que son los siguientes:
Mi comentario al igual que otras veces, trata de romper
un poco la literalidad de sus frases, las cuales no han sido pronunciadas, por
un profesor o maestro, sino por un Maestro. El cual no puede hablarnos de una
teoría, de un hecho o de un conocimiento, nos habla de nuestra propia
Naturaleza, la de Buda, que es la misma que Él tiene y vive.
Esa
Naturaleza es la que tiene el Universo, la Vida, por lo que más que entender,
debemos de ser esa Naturaleza, siendo lo que manifestamos incluso en la
dualidad.
Mi
comentario ha sido: “Lo único que dice Buda, es que quien tiene un yo, en él se acumula
toda la dualidad en sus polaridades, en su oscilación pendular entre ambas.
Es el ser algo, lo que nos hace percibir el cambio. Por eso es el Vacío, en el que existiendo Todo, no cambia por Ser Impermanencia”.
Es el ser algo, lo que nos hace percibir el cambio. Por eso es el Vacío, en el que existiendo Todo, no cambia por Ser Impermanencia”.
Es el yo
con el que nos identificamos, el que enferma, el que muere o envejece, el que
es impermanente y cambia en cada ahora que percibimos. El que se aleja o acerca
a cuanto percibe que le rodea, unas veces por el vivir de los demás, otras por
nuestro propio existir.
El que
siente o vive, el perder y el ganar, de algo que nunca podrá poseer.
El que
siente satisfacción o insatisfacción con lo que está haciendo, con lo que vive,
al no poner cuanto es en ello. El que piensa que su devenir depende solamente
de las acciones de su propio ego.
Pero no es
el miedo al sufrimiento el que nos hace sufrir realmente, es el miedo a perder
ese “yo”, con el cual nos identificamos y pensamos que no puede haber
existencia sin él.
Por eso
practicamos y nos esforzamos por sentir que ese “yo”, se une o alcanza al Todo,
a la Felicidad o a las metas que nos hemos propuesto.
Por eso
nuestro anhelo es que ese “yo”, pueda existir en un lugar donde se relacione
solamente con lo que nos produce paz y felicidad, como si fuese posible parar
el tiempo por mantener el péndulo de la vida en un solo extremo, como si
pudiésemos existir sin cambio porque percibiésemos un aspecto de la dualidad.
Shakyamuni
nos habla a todos, pero cada uno debe entender las palabras desde donde está, pero
siempre desde el esfuerzo de saber que no es de otro de quien habla, o de separaciones
o aniquilación de algo, la salud, siempre está asegurada fuera de la dualidad, la
vida también. Porque no existiendo el mal, la salud es solamente Salud, ni buena
ni mala. Vivir sin dualidad, es eliminar la Muerte, porque no hay algo que pueda
vivir, por lo que tampoco puede morir.
La ira no desaparece,
simplemente no hay quien pueda cargarla, por emitirla o por recibirla. El miedo
no desaparece, sino ese ego, ese yo, que porta al ego, la ira y la ignorancia, dándoles
entidad que las viva y manifieste.
Buda no puede
hablar de las partes, porque es Todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario